domingo, 8 de febrero de 2015

A PROPÓSITO DE ANCASH

Ancash es uno de los departamentos más grandes y ricos del país, que consta de veinte provincias: tres ubicadas en su franja litoral (Santa, Casma y Huarmey), y las otras diecisiete en la zona sierra. Geográficamente Ancash cuenta con un detalle que no poseen otros departamentos, la Cordillera Negra, que es un apéndice de la Cordillera Occidental de los Andes y que origina un valle interandino adicional, el llamado Callejón de Huaylas. Este detalle otorga a Ancash mayor variedad y riqueza en todos los aspectos, paisajístico, histórico, cultural, económico y social.

La Cordillera Negra nos diferencia en todo el Perú

A nivel cultural y social, Ancash se ha dividido en dos grandes zonas, el sur en donde predominaba el minifundio y las ideas eran predominantemente liberales y el norte en donde sobresalían las grandes haciendas y el conservadorismo predominaba por doquier. Prueba de ello es que en el sur de Ancash, surgen los representantes de la lucha por la justicia social, Atusparia en Huaraz y Luis Pardo en Chiquián; mientras que en el norte, de Pomabamba llega Fidel Olivas Escudero paladín de las ideas conservadoras, a quien apoyaban los potentados de Huaylas, Corongo y Sihuas.


Una clasificación más específica nos señala que Ancash tiene subdivisiones históricas y culturales que aún perviven y que se expresan en sus usos idiomáticos y en la idiosincrasia de sus sub-regiones. Así podemos sectorizar la sierra del departamento o región Ancash en cuatro sub-regiones:

- Zona costa: Santa, Casma y Huarmey.
- Zona Norte: Pallasca, Sihuas y Corongo.
- Callejón de Huaylas: Huaylas, Yungay, Carhuaz, Huaraz, Aija y Recuay.
- Conchucos: Pomabamba, M. Luzuriaga, C.F. Fitcarrald, A. Raimondi, Asunción y Huari.
- Zona sur: Bolognesi y Ocros.
·       Y no escapa a esta realidad la ZONA DE LAS VERTIENTES, que requiere un análisis muy especial.
Ancash tiene así, en términos culturales cinco sub regiones bien definidas. En la costa aparentemente existe influencia de la cultura occidental y se habla comúnmente el castellano, no obstante muchos pobladores que migraron de la sierra aún conservan su carga lingüística y cultural. En la zona norte también sólo se habla castellano por cuanto allí se hablaba el Culle, idioma ya extinguido, más la carga cultural predominante es la andina. En el Callejón de Huaylas existen dos variantes del quechua, uno entre Recuay, Aija y Huaraz donde el habla es fuerte y el uso de la “j” es notorio (jeno, jara, jaka, etc) y otro entre Carhuaz y Huaylas donde no se pronuncia la “j” (eno, ara, aka, etc), siendo el quechua más delicado; coincidentemente, en las tres primeras provincias, no existía el latifundio y siempre sus pobladores se mostraron más liberales, pero entre Carhuaz y Huaylas sí habían grandes hacendados y eran las provincias más conservadoras.
Debemos conocer nuestra propia realidad


En Conchucos, donde se generaliza el sonido “gh” que se diferencia del “q” del Callejón, también tenemos dos variantes de su quechua y de su cultura: al sur, en Huari se dice “uma” a la cabeza, mientras que al norte, en Pomabamba se le llama “pegha”; de igual modo, en Conchucos sur existía mayor liberalismo y poco latifundio, todo lo contrario que en Conchucos Norte. Finalmente, en la zona sur se utilizan muchos préstamos del aymara, habida cuenta que en determinada época (siglos IX y X), la región tuvo presencia Wari, y las provincias que la conforman han mantenido vigente usos y costumbres ancestrales muy diferentes a las del resto de la región como la pervivencia del uso de los quipus en las ceremonias funerales. Las particularidades idiomáticas expresan las diferencias históricas y culturales. 
Es por ello que tenemos una gran diversidad cultural en Ancash, que constituye su Patrimonio Cultural Inmaterial.

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