Ancash es uno de los departamentos
más grandes y ricos del país, que consta de veinte provincias: tres ubicadas en
su franja litoral (Santa, Casma y Huarmey), y las otras diecisiete en la zona
sierra. Geográficamente Ancash cuenta con un detalle que no poseen otros
departamentos, la Cordillera Negra, que es un apéndice de la Cordillera
Occidental de los Andes y que origina un valle interandino adicional, el
llamado Callejón de Huaylas. Este detalle otorga a Ancash mayor variedad y
riqueza en todos los aspectos, paisajístico, histórico, cultural, económico y
social.
La Cordillera Negra nos diferencia en todo el Perú
A nivel cultural y social, Ancash se
ha dividido en dos grandes zonas, el sur en donde predominaba el minifundio y
las ideas eran predominantemente liberales y el norte en donde sobresalían las
grandes haciendas y el conservadorismo predominaba por doquier. Prueba de ello
es que en el sur de Ancash, surgen los representantes de la lucha por la
justicia social, Atusparia en Huaraz y Luis Pardo en Chiquián; mientras que en
el norte, de Pomabamba llega Fidel Olivas Escudero paladín de las ideas
conservadoras, a quien apoyaban los potentados de Huaylas, Corongo y Sihuas.
Una clasificación más específica nos
señala que Ancash tiene subdivisiones históricas y culturales que aún perviven
y que se expresan en sus usos idiomáticos y en la idiosincrasia de sus
sub-regiones. Así podemos sectorizar la sierra del departamento o región Ancash
en cuatro sub-regiones:
- Zona costa: Santa, Casma y Huarmey.
- Zona Norte: Pallasca, Sihuas y
Corongo.
- Callejón de Huaylas: Huaylas,
Yungay, Carhuaz, Huaraz, Aija y Recuay.
- Conchucos: Pomabamba, M. Luzuriaga,
C.F. Fitcarrald, A. Raimondi, Asunción y Huari.
- Zona sur: Bolognesi y Ocros.
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· Y no escapa a esta realidad la ZONA DE LAS VERTIENTES, que requiere un análisis muy especial.
Ancash tiene así, en términos
culturales cinco sub regiones bien definidas. En la costa aparentemente existe
influencia de la cultura occidental y se habla comúnmente el castellano, no
obstante muchos pobladores que migraron de la sierra aún conservan su carga
lingüística y cultural. En la zona norte también sólo se habla castellano por
cuanto allí se hablaba el Culle, idioma ya extinguido, más la carga cultural
predominante es la andina. En el Callejón de Huaylas existen dos variantes del
quechua, uno entre Recuay, Aija y Huaraz donde el habla es fuerte y el uso de
la “j” es notorio (jeno, jara, jaka, etc) y otro entre Carhuaz y Huaylas donde
no se pronuncia la “j” (eno, ara, aka, etc), siendo el quechua más delicado;
coincidentemente, en las tres primeras provincias, no existía el latifundio y
siempre sus pobladores se mostraron más liberales, pero entre Carhuaz y Huaylas
sí habían grandes hacendados y eran las provincias más conservadoras.
Debemos conocer nuestra propia realidad
En Conchucos, donde se generaliza el
sonido “gh” que se diferencia del “q” del Callejón, también tenemos dos
variantes de su quechua y de su cultura: al sur, en Huari se dice “uma” a la
cabeza, mientras que al norte, en Pomabamba se le llama “pegha”; de igual modo,
en Conchucos sur existía mayor liberalismo y poco latifundio, todo lo contrario
que en Conchucos Norte. Finalmente, en la zona sur se utilizan muchos préstamos
del aymara, habida cuenta que en determinada época (siglos IX y X), la región
tuvo presencia Wari, y las provincias que la conforman han mantenido vigente
usos y costumbres ancestrales muy diferentes a las del resto de la región como
la pervivencia del uso de los quipus en las ceremonias funerales. Las
particularidades idiomáticas expresan las diferencias históricas y culturales.
Es por ello que tenemos una gran diversidad cultural en Ancash, que constituye
su Patrimonio Cultural Inmaterial.
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