sábado, 24 de mayo de 2014

GRACIAS PASTORITA, MIL GRACIAS POR TU VIDA


Vivirás por siempre en nuestro recuerdo Pastorita

           Un día como hoy 24 de mayo, cargada de años y méritos, “Pastorita Huaracina” nos dejó hace trece años, en el 2001. Por expreso pedido suyo, su cadáver fue incinerado y sus cenizas arrojadas a las aguas del río Santa, que tanto quiso y al que cantara con tanto fervor estos inolvidables versos:

Río Santa, 
río Santa caudaloso,
quiero que lleves
todas mis penas al olvido.

¿De qué me vale,
de qué me sirve que seas Santa?
Si tus corrientes 
son traicioneras río Santa.
      
       María Alvarado Trujillo nació un 19 de diciembre, en el año 1931, nació en Malvas "Pastorita Huaracina". En aquel tiempo aún no se creaba la provincia de Aija, por tanto Malvas, que era parte del distrito de Aija pertenecía a la provincia de Huarás y de allí el origen de su nombre artístico.

            María Dictenia Alvarado Trujillo, como era su verdadero nombre, muy joven se trasladó a Lima y laboró como empleada doméstica. En sus días de descanso, como toda provinciana frecuentaba el Coliseo ubicado en el barrio de La Victoria. Junto a otro joven provinciano, Ernesto Sánchez Fajardo, participó en el elenco de danzas cusqueñas “Sumac Tica”. Al ver que quienes destacaban en el canto eran artistas de otras provincias, quiso sacar la cara por la música ancashina y debutó improvisadamente ganándose el respeto del público asistente.


Era la reina de los coliseos e integrante obligada de todas las giras artísticas

            “Pastorita Huaracina” poco a poco fue cimentando su fama gracias al incomparable timbre de su voz, la frescura de sus temas y su personalidad avasalladora. Grabó sus canciones y difundió nuestra música regional por todos los pueblos del Perú. Me consta, en Arequipa, en Puno y en el Cuzco hay quienes conservan sus discos y el dulce recuerdo de haber asistido a sus presentaciones en donde derrochaba toda la gracia y el salero que le caracterizaban. 
Fue la primera artista vernacular que condujo un espacio en la televisión nacional. También tiene el mérito en ser la primera cantante en realizar una gira por el extranjero, y llegó a ser nominada la Embajadora del Folklore Peruana.

"La Pastorita" recibió en vida grandes reconocimientos
Con el correr del tiempo, llevó su canto a los cinco continentes, dejando muy en alto al Perú y especialmente a nuestra música ancashina. Otros de sus méritos son: ser la primera artista nacional que se presentara ante el primer foro internacional, las Naciones Unidas; el haber sido nominada Patrimonio musical viviente del Perú; y el ser considerada la primera artista con derecho a una pensión del estado. Junto a Ernesto Sánchez Fajardo, "El Jilguero del Huascarán", es la artista que más discos ha grabado en nuestro país.
         
         En honor a su memoria, el INC decretó en el 2007 con R.D. Nº 001-2007 que el 24 de mayo sea considerado EL DÍA DE LA MÚSICA ANCASHINA, en honra y memoria a esta gran representante de nuestra cultura.

         Por eso y con justa razón este año se celebra por octavo año consecutivo el Día de la Música Ancashina en Huaraz y en Lima. En Huaraz con una actividad triple: el homenaje a pepe Garay "el arriero de Corongo" quien fuera su compañero de escenario, la presentación del elenco Nacional de Folklore en el Teatro Municipal, y con una Misa, pasacalle y desfile artístico en su memoria. En Lima también su Misa, su pasacalle y una gran presentación en que sus hermanos de arte le rinden un justo y cálido homenaje.

sábado, 10 de mayo de 2014

SOBRE SHACSHAS Y ATAHUALPAS

Hoy, 10 de mayo se celebra el Día Central de la Octava de la fiesta del Señor de La Soledad y "su paso" el Señor de Mayo. Los danzantes lucen sus mejores prendas y danzan sin cesar sabiendo que ellos son portadores de los deseos y anhelos de los huaracinos. En estos cinco días de la Octava, los danzantes se transforman, se convierten en seres míticos, y su danza ritual es la expresión de una profunda religiosidad atávica.


Shacshas "Flor de Huaraz" bailando en el atrio del templo de La Soledad en Huaraz

Quienes tienen mayor éxito entre los danzantes son los Shacshas, danza emblemática de Huaraz, reconocida por el Ministerio de Cultura como Patrimonio Cultural de la Nación desde el año 2008. También están los Flecheros o Atahualpas, que sin vergüenza utilizan vestimentas de Pieles Rojas norteamericanos.
Estas dos danzas huaracinas, en la actualidad tienen gran suceso por haber sido adoptadas por los habitantes de los barrios periféricos, contradiciendo la tradición de que los danzantes son campesinos y venían de los caseríos, como aún lo hacen los Huanquillas y Antihuanquillas.
Asistimos a una etapa en la que tanto Shacshas como Atahualpas gozan de un gran predicamento, especialmente entre el elemento juvenil, lo que a mi modo de ver, garantiza la supervivencia de estas dos danzas por muchos años. 


Jóvenes y niños integran los nuevos grupos de Shacshas

Ya lo explicaba el antropólogo brasileño Aristóteles Barcelos: "en Huaraz hay costumbres que de acuerdo a su posicionamiento y a la necesidad de reconocimiento de determinados grupos sociales, van adquiriendo mayor fuerza y legitimidad". Este es el caso de las dos danzas que comentamos.
Haciendo un poco de historia, es luego del sismo del 70 que la danza de los Shacshas, danza de origen agrícola que se baila también en Carhuaz, Yungay y Huaylas, toma un nuevo aliento en Huaraz cuando José Torres Ocaña que toca muy bien "la chiska", pasa a residir en El Pedregal y anima a un grupo de jóvenes a interesarse por la danza. Convocó a la ahora famosa "Lola" Sánchez como "mayorala" y el resto es ya conocido. Ese grupo, "Corona del Señor de Mayo" se dividió y empezaron a surgir una serie de nuevos grupos que pusieron su carga citadina: se olvidaron de las reglas sobre música y vestimenta, adoptando melodías modernas y cubriéndose de colorines. El resultado es lo que tenemos, de un lado grupos que conservan la tradición como "Flor de Huaraz", "Corona...", "San Miguel" y el de Romerito; mientras que los nuevos grupos han innovado cambiando el chicote por los pañuelos, luciendo enormes penachos en la montera y "monillos" estravagantes. 

 
El Señor de Mayo, llamado"el Paso" del Señor de la Soledad

Los Atahualpas tienen su origen en los años 50, cuando llegaron de Paramonga jóvenes migrantes influenciados por el cine y las películas de vaqueros, queriendo rendir homenaje al Señor de la Soledad con una danza nueva. Y su éxito fue colosal, a tal punto que pronto en Vichay, barrio periférico, les surgió un grupo que les hacía la competencia. Ahora, ya no vienen de Paramonga, tenemos acá en Huaraz diversos grupos de Atahualpas, Aguarunas, Flecheros, Pieles Rojas que han pasado a ser parte de los danzantes del Señor de Mayo.


Un grupo de Atahualpas ingresando al templo para saludar al Señor

Como conclusión, las expresiones culturales no son estáticas, tienen su propia dinámica. Así como han desaparecido la danza llamada "Yurigua" de Paria y las Pallas de Huamarín, así como ya no se ven muchos Huanquillas y Antihuanquillas, tenemos profusión de grupos de Shacshas y Atahualpas. Y algo más, ahora se ha incorporado el elemento femenino a las danzas que eran exclusivamente varoniles.
En Ancash no tenemos danzas de pareja. O bien son de varones: Negritos, Shacshas, Atahualpas, Huanquillas, Antihuanquillas, Turcos, Capitanes, Huancas, etc, o bien son de damas, como la inmensa variedad de Pallas que existen en todo Ancash. Pero ahora es común ver en Huaraz a jovencitas danzando Shacshas o Atahualpas. Otro signo de innovación.
Lo rescatable de todo esto es que se conservan los lineamientos básicos del por qué de la danza. No ha perdido su carácter ritual, se baila para el Señor de La Soledad en mayo no en en otra fecha, además, se conserva la promesa de bailar durante siete años y se respeta la tradición de bailar durante los cinco días de la Octava. Desde el 8 de mayo que es el "rompe", el día 9 "la Víspera", el gran día 10 "Día Central de la Octava", el 11 que se conoce como "Finado" y el último día, el 12 llamado "Colocación". El pueblo baila para el Señor de La Soledad en el entendido que las danzas le agradan en sumo grado, y en reciprocidad, Él, benévolo devuelve salud, trabajo, estudios, familia, y mucho amor a su querido pueblo huaracino.


El Señor de la Soledad bendice al pueblo huaracino

sábado, 3 de mayo de 2014

UN 3 DE MAYO EN HUARAZ

Un día como hoy, 3 de mayo, en el año 1885, en plena Revolución Campesina en Ancash, pese a lo difícil de la situación se celebra la Fiesta de Señor de La Soledad, patrón de Huaraz.
Los hechos se desencadenaron a partir del 25 de abril, fecha en que el ejercito posicionado de Yungay, ciudad a la llegó a través de un paso en la Cordillera Negra, cerca a Quillo, repele el primer ataque de las tropas campesinas. Al día siguiente, un segundo ataque es nuevamente rechazado por el ejército al mando del coronel Iraola. En ese ataque es herido gravemente Pedro Pablo Atusparia, quedando al mando su lugarteniente Pedro Cochachin "Uchcu Pedro".
Las tropas campesinas, con muchos muertos y heridos, inician su retirada hacia Huaraz el 28 a donde llegan el 29. Allí y logran un acuerdo con el influyente sacerdote Amadeo Figueroa para que no se les hostilice durante la fiesta patronal. Y curando a sus heridos se dedican a preparar la festividad. No hay que olvidar que el patrón de la ciudad es San Sebastián, pero los campesinos impusieron como patrón a la imagen de Cristo crucificado, con quien tenían mayor identificación. Ladislao Meza nos informa: "esta imagen merece de los indios una gran devoción, y su fiesta es la ceremonia en la cual se traslucen los hábitos de los antiguos indios mezclados con las prácticas que la religión católica les ha impuesto".


Una imagen de San Sebastián semejante a esta se veneraba en Huaraz

El templo del Señor de la Soledad se ubicaba en el barrio del Cercado, en esa época no se llamaba aún La Soledad. En la mañana del 3 de mayo, los campesinos son informados que las tropas acantonadas en Taricá se dirigían hacia Huaraz. Ya no podían suspender la procesión. Convenidos, los "mishtis" les alcanzaban licor en abundancia exigiéndoles "cumplir con Dios primero para luego marchar contra los soldados y batirse bien".
En plena procesión, ocurre un hecho singular. Sea por los nervios de los cargadores, sea por el licor ingerido, el anda tambalea y el Señor deja caer una a una sus tres "potencias", que son los rayos de plata que cual diadema orlan su cabeza. "Mala seña es" decían entre murmullos quienes presenciaron la escena. "Mala seña es".


Las Potencias cayeron en plena procesión como señal de mal augurio

A las 2 de la tarde se inició el artero ataque del ejército. El puente de palo sobre el río Quillcay fue el escenario del primer enfrentamiento. Nuevamente, como en Yungay, eran piedras y palos frente a modernos fusiles que llegaron tras la derrota ante Chile, varias metralletas y dos cañones. Ese ejército que nunca ganó claramente una batalla a los chilenos, acá se dio el lujo de masacrar a peruanos. Esas fuerzas eran al decir de Augusto Alba: "El Batallón Canta, el Batallón Artesanos, un Regimiento de Caballería, y dos brigadas de artillería al mando del comandante general, coronel Manuel Callirgos Quiroga y el Prefecto coronel José Iraola".
A las 4.30 de la tarde el ejército tomó la plaza de armas desplegando una terrible carnicería entre los campesinos vencidos.


Soldados del ejército disparando a los campesinos

Los ancianos cuentan que esa noche, en su templo, el viejo, "el papachito", el Señor de la Soledad, lloraba junto a su pueblo, pues una vez más, la injusticia que vino a remediar con su muerte en la cruz, había triunfado como lo venía haciendo desde hace 2 mil años, como lo hace hoy en día, haciendo más patente su sacrificio. Lloraba el Señor de la Soledad la noche del 3 de mayo de 1885.


Llora sangre aún hoy en día