Se trata de "Diario 1824 - 1890. Un testimonio personal sobre el Perú del siglo XIX", escrito por el comerciante y diplomático europeo Heinrich Witt, en base a sus memorias de viajero, recorriendo gran parte de nuestro país.
Carátula del libro en mención
En este libro, que reitero, mereció mayor difusión, se esclarecen dos hechos: la autoría del famoso dicho "Recuay ladronera..." y otro aspecto básico de nuestra historia regional: si el famoso Timoteo Espinoza fue un pobre campesino que mal utilizaba la Estela Raimondi usándola como mesa en su humilde choza.
Aclaremos el primer caso. La generalidad de autores atribuye a Antonio Raimondi la frase:
Recuay ladronera,
Huaraz presunción,
Carhuaz borrachera,
Yungay hermosura, y
Caraz dulzura.
En el libro de Witt se encuentra lo siguiente:
"Nombre desconocido", se refiere a Macate, pueblo ubicado al extremo
Esto lo escribió Witt el 11 de julio de 1842. Recordemos que don Antonio Raimondi llegó al Perú en 1850 y a Ancash recién en 1860. Así que él solo recopiló una frase que tenía diversas versiones y era muy socorrida. Razón tenía el Dr. César Angeles Caballero quien en su libro sobre literatura ancashina señalaba que el verso de marras pertenecía a la sabiduría popular. Mal hacemos en atribuir a los extranjeros todo lo que nos parece bueno o bonito.
En nuestra próxima entrega esclareceremos el caso del "campesino" Timoteo Espinoza, a quien Witt conoció personalmente.