jueves, 27 de octubre de 2011

RAIMONDI NUNCA DIJO LO QUE DIJO


Antonio Raimondi falleció un día como hoy 26 de octubre de 1890 en San Pedro de Lloc. Su relación con nustra tierra es innegable.
A éste sabio italiano, que se casó en Huaraz con doña Adela Loli, se le atribuyen dos frases célebres que nunca pronunció: una se refiere a que el Perú es un mendigo sentado en banco de oro; la otra, tiene que ver con nuestra tierra y es el popular verso que reza "Recuay ladronera, Huaraz presunción, Carhuaz borrachera, Yungay hermosura y Caraz dulzura"; esto tampoco dijo Raimondi, pertenece a la sabiduría popular.

Nunca Raimondi escribió eso de "el Perú es un mendigo..."

En toda la obra de Raimondi no se encuentra escrita la famosa frase del mendigo sentado en el banco de oro. Esa frase se la atribuyó el enciclopedista César Cantú quien editara la por entonces (siglo XIX) célebre "Enciclopedia Universal". La frase es de Cantú más no de Raimondi.


 
C. Cantú atribuyó a Raimondi una frase que jamás escribió.

Con respecto a lo de "Recuay ladronera..." en un enjundioso estudio, César Álvarez Caballero nos revela que este verso tenía muchas versiones (empezaba por "Marca remarca..." y acababa en "y Macate remate".Hemos tenido acceso a los cuadernos de viaje del diplomático alemán Richard Witt quien ya en 1842 había escuchado estos versos, mientras que Raimondi llegó al Perú recién en 1850.


Witt ya conocía la frase antes de Raimondi
Pero sin que se lo propusiera, con el nombre de Raimondi se conocen a dos emblemas ancashinos. Uno es la Estela de Chavín, y la otra la Puya, la inflorescencia más grande del mundo, que es más conocida como la Puya Raimondi.
Se cuenta que en sus viajes por los pueblos de Ancash, llegó a Chavín, monumento que lo impresionó vivamente. Tomó calco de los dibujos hechos en piedra y averiguó que en diversas viviendas existían lajas sacadas del gran templo.
Grande fue su sorpresa cuando en casa del mayor potentado de Chavín, el Sr. Espinoza, se encontraba la gran Estela que representa al Dios Guari.


El traslado de la estela sagrada fue por la ruta de Olleros-Huaraz-Casma.
Raimondi hizo trasladar esta Estela hasta Lima y la presentó en el Palacio de la Exposición siendo una de las principales atracciones de la Exposición Nacional de 1872, que con motivo de la conmemoración de los cincuenta años de la Independencia del Perú, se organizó con gran boato. Por ello se la conoció en ese entonces como "La piedra del jardín del Palacio de la Exposición“. AI pasar el tiempo y cuando dejó de ser novedad dicha exposición, a la Estela se le trasladó al Museo de Antropología e Historia de Pueblo Libre y se le endilgó el apellido del sabio.


La Estela Chavín representa al dios Guari en todo su esplendor. Ese debe ser su nombre.
Solo un pueblo que no tiene bien cimentada su identidad, puede permitir que pase esto con sus símbolos nacionales. La gran cultura Chavín nos legó al primer dios andino, Guari, el dios civilizador. Y ese es el verdadero nombre del personaje de la Estela Chavín.
En el caso de la Puya, estamos frente a una inflorescencia gigantesca, de diez metros de altura, que cuenta con seis mil flores y tiene ocho millones de semillas. El mérito de Raimondi es haberla clasificado y bautizado como "pourretia gigantea".


Como botánico nadie le quita sus méritos. La Puya Raimondi es orgullo nacional
Mal hacemos en decir que solo hay Puyas en la zona de Carpa, en Cátac. También las tenemos en la zona de las vertientes, en Cajamarquilla; y en todo el Perú, existen dieciocho lugares clasificados donde se encuentran las puyas. Lo que marca la diferencia es que las puyas ancashinas son las más bellas y en nuestra tierra se encuentran en abundancia.

domingo, 23 de octubre de 2011

EL "SUSTO" Y EL "MAL DE OJO" SON ENFERMEDADES CULTURALES

 
Dr. Federico Sal y Rosas, estudió el "susto" y el "mal de ojo"
En nuestro país se reconoce a las personas que siguen los parámetros y la formalidad. Los innovadores son ignorados. Somos reacios a reconocer el valor de los que se atreven a luchar contra corriente. Esto pasó con Antúnez de Mayolo y también con el personaje a quien homenajeamos hoy por su aniversario.
Se trata del eminente psiquiatra huaracino don Federico Sal y Rosas. ¿Quién habla de él en nuestro tiempo? Nadie. Consideramos los padres de la psiquiatría peruana a Hermilio Valdizán y a Honorio Delgado; pero a Sal y Rosas, lo ignoramos olímpicamente. Valdizán tiene su universidad, la de Huánuco, y Delgado tiene su hospital, en Lima. ¿Y qué tiene Sal y Rosas? ¿Apenas una calle en su tierra natal?
Médico psiquiatra de amplia trayectoria. Nació en Huaraz el 18 de julio de  1900. Sus estudios los realizó en el Colegio "De la Libertad" y se graduó de Médico Cirujano en la Facultad de San Fernando de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Su acendrado amor al terruño y a los desposeídos del campo, lo llevó a formar en Huaraz en 1921 el "Centro Cultural Luzuriaga". Ese mismo sentimiento hizo que se dedicara a estudiar en profundidad la Psiquiatría Folklórica y la Medicina Popular Peruana.
El Dr. Sal y Rosas no concebía que la nueva especialidad médica que se venía imponiendo, como es la psiquiatría, se mantenga ajena a las vivencias y realidad de nuestra cultura andina. Por esta posición radical, fue objeto de marginación y rechazo. Pero él no cesó en su empeño y profundizó sus estudios. El síndrome del "susto" es quizá su más importante contribución al estudio de los cuadros psiquiátricos nativos. Las consecuencias psicoemocionales de los grandes sismos y las prácticas curanderiles que están vigentes en la región andina del país completan lo mejor de sus investigaciones originales. 
Curandero o "entendido", en plena "shojma"

Gracias a sus investigaciones se llegó a determinar científicamente que el "susto" y el "mal de ojo" son enfermedades culturales del habitante del Ande, y como tal tienen su tratamiento con recursos culturales andinos.
¿Y cuál es ese tratamiento? El que utilizamos comúnmente en nuestra tierra. El pasar un objeto sobre el enfermo, la “Shojma" tan socorrida, Sal y Rosas lo convirtió  en un elemento válido para el tratamiento de dichos males.

Esta laureada película se basa en el tema del susto 

Hemos tenido acceso a un trabajo del Dr. Sal y Rosas donde él expone su experiencia con un enfermo del mal del “susto”. Indica que al haber perdido su “ánimo”, el paciente se muestra ido, totalmente alejado de su entorno; de modo que la familia busca a un “entendido” que los cita para un día viernes en Pumacayán. A la medianoche, previa preparación del paciente, éste personaje sale espada en mano a invocar el “ánimo” del enfermo para que vuelva a su dueño. Tras una serie de ritos retorna trayendo consigo el “ánimo” y muy fatigado lo devuelve al paciente.


 
"Entendido" invocando el retorno del "ánimo" en Pumacayán.

Sal y Rosas certifica de la curación del enfermo mediante este original método andino. Como dato curioso, añade que en esos tiempos, el Huaraz de los años 50, Pumacayán era un hervidero de cuyes, pues los “curiosos” y “entendidos” solían soltar en ese lugar los cuyes que utilizaban para la “shojma”.
Desoyendo a quienes le advirtieron que sus trabajos no iban a tener sustento, sus estudios los presentó en Congresos Internacionales de psiquiatría, por lo que se ganó el reconocimiento internacional. Gracias a sus investigaciones, se llegó a corregir la tergiversada visión que se tenia del poblador andino, de su  mentalidad y de la patología psiquiátrica del poblador del Ande. Sal y Rosas fue pionero en entrelazar los estudios folklóricos con la antropología.
Habiéndose ganado el respeto de la comunidad psiquiátrica internacional, viajó por el mundo ofreciendo conferencias sobre sus investigaciones. Sus trabajos fueron publicados en todas las revistas especializadas.
En 1953, se le otorgó el Premio Nacional de Medicina “Hipólito Unanue". Pero en su sencillez y humildad, lo que más le interesaba era que se reconozcan los males culturales de nuestro pueblo, pues la psiquiatría “oficial” se mantenía y lamentablemente, sigue en ese camino, ignora que “el susto” y “el mal de ojo” son realidades clínicas que no tienen tratamiento con la medicina moderna.

 En el huevo se ve qué produjo el mal de ojo 
Sobre el “mal de ojo” señalaba era producto de la influencia de personalidades fuertes que afectan a niños y niñas perturbando su armonía corporal. Son cargas eléctricas que tergiversan y cambian los campos magnéticos de los pequeños. Este disturbio no puede ser corregido con pastillas ni jarabes. Es necesaria la participación de un elemento que devuelva la armonía al ser afectado. Aquí interviene el huevo, el alumbre, y otros elementos que regeneran el equilibrio pues poseen la propiedad de reorganizar los campos magnéticos.
El sismo del 70 fue sentido particularmente por nuestro sabio psiquiatría, quien señalaba que ese fatídico evento iba a afectar profundamente a la población sobreviviente, no en forma inmediata, sino, a largo plazo. Propuso el tratamiento psiquiátrico a los damnificados. Lamentablemente, su delicado estado de salud no le permitía regresar a su tierra, ni abocarse a dirigir esa tarea que hubiera aliviado mucho las terribles secuelas que nos ha dejado el terremoto del 70.
 
El sismo del 70 dejó serias secuelas entre los sobreviventes
A los 74 años de edad, este eminente médico ancashino dejó de existir en Lima, un 21 de octubre de 1974. Su fallecimiento fue muy sentido por la comunidad médica y especialmente por la población ancashina.

viernes, 21 de octubre de 2011

EL QUE PREDIJO EL TERREMOTO DEL 70


Su verdadero nombre fue Rafael Del Castillo y era huaracino de nacimiento.
Debido a su vida sencilla y generosa, en el pueblo le llamaban "EI Padre Palomita”’.
El tema sugestivo de su vida, tan humana como santa, es motivo de una
larga biografía. Aquí nos concretaremos únicamente a glosar sus predicciones
hechas desde el pulpito, que se han cumplido a cabalidad con el tiempo.
Una de las más recientes, la destrucción de la ciudad de Huaraz con motivo
del cataclismo de 1970, ha venido por decir así, a desempolvar de la memoria de
quienes oyeron de niños que "alguien" había hecho tal predicción, pero se limitaban
a decir: "Dicen que estaba predicho que Huaraz se acabaría", sin decir quien lo dijo.
Gracias al parentesco con la señorita Isabel López Ríos, de una asombrosa
memoria y profunda educación cristiana, Manuel Reina Loli nos ofrece, la versión
oral de las profecías de este siervo de Dios, que murió en olor de santidad, pues
sembraba la paz donde iba, realizaba prodigiosas conversiones, aliviaba toda clase
de necesidades sin tener dinero, porque nunca le faltaban recursos, y lo poco que
tenía se multiplicaba en sus manos maravillosamente.

Así quedó en el terremoto la "La Casa de Pobres", como se conocía antes del  70 a la Casa de Ejercicios

Siendo coadjutor de la Catedral de San Sebastián de Huaraz, fundó con
permiso del Arzobispo, la Casa de Ejercicios en terrenos donados por Ia señorita
Valdez donde en la Cuaresma la gente realizaba los ejercicios espirituales. Así, la
primera semana, correspondía a las damas; la segunda, a los caballeros; la tercera
a las mujeres campesinas; y la cuarta a los campesinos.
Cada cual llevaba Io que podía para permanecer ocho días en retiro sin
volver a su casa. Con los donativos se hacia la olla común.
Una noche de Cuaresma, en 1856, el Padre "Palomita" hizo estas
Predicciones:

“Llegará un tiempo en que la moneda será de papel”. Esto, que parece una tontería ahora, a mediados del siglo XIX era una verdadera novedad, pues sólo se conocían las monedas; en nuestro país circulaba la libra peruana, moneda de oro y las monedas de plata de nueve y cinco décimos. El papel moneda recién apareció en tiempos de la guerra con Chile.

“Llegará un tiempo en el que los hombres dominarán el aire, la tierra, el mar y hasta
lo subterráneo”. Anuncio premonitorio que se adelantó a Julio Verne, el escritor de ciencia ficción que escribió años después novelas como “de la tierra a la luna”, “dos mil leguas de viaje submarino”, “cinco semanas en globo”, etc., que anunciaban el gran desarrollo tecnológico del siglo XX.

“Llegará un tiempo en que los hombres vestirán como mujeres, y las mujeres como
Hombres”. Este vaticinio no merece mayor comentario, pues hoy en día vivimos esta realidad, que claro, era impensable en el Huaraz del siglo XIX.

“Finalmente, llegaré un tiempo en que Huaraz quedará reducida a escombros, y
los forasteros al pasar por la ciudad en ruinas, se detendrán para comentar: ‘Dicen que 
ésta había sido una ciudad hermosa’". Este vaticinio es el de mayor vigencia y realidad, pues luego del sismo de 1970, Huaraz ha pasado a ser una ciudad que no se reconstruye, al contrario, viene creciendo desmesura y caóticamente, a tal punto que parece una ciudad en ruinas. Y esto no es ninguna muestra de alarmismo, nos remitimos a lo que manifiestan los turistas que llegan a Huaraz, para ellos, la ciudad es horrible, sólo se salva por sus paisajes, y eso también acabará pues, las invasiones han comenzado a subir los cerros que la circundan y los nevados van quedando sin hielo, su principal belleza.
Diga usted si el "Padre Palomita" era o no acertado en sus predicciones. 

martes, 18 de octubre de 2011

ANCASH


Un día como 18 de octubre de 1836 se desmembra la provincia de Cajatambo del departamento de Huaylas y pasa al de Junín, de acuerdo a decreto del 10 de octubre emitido por el Presidente de la  Confederación Perú-Boliviana, el general Andrés de Santa Cruz.
Cuando finalizaba la dominación española, es decir, al iniciarse el Siglo XIX, el Perú estaba dividido en intendencias y éstas a su vez subdivididas en partidos. El Partido de Huaylas pertenecía a la Intendencia de Tarma.
San Martín creó el departamento de Huaylas

Nuestro departamento se creó por disposición del Reglamento Provisorio emitido por San Martín el 12 de febrero de 1821, con el nombre de Departamento de Huaylas. Recibió el nombre de departamento de Ancash por Decreto Supremo del 28 de febrero de 1839, en recuerdo de la batalla de Yungay, que culminó a orillas del río Ancash, batalla que puso término a la Confederación Perú-Boliviana.
El departamento de Ancash ha sufrido diversas modificaciones territoriales a partir de 1821. Al principio se llamaba Huaylas, comprendiendo los antiguos partidos de Huaylas, Cajatambo, Conchucos, Huamalíes y Huánuco. Pero en 1823 por Ley del Congreso se unió en uno solo a los departamentos de Huaylas y Tarma, con el nombre de Departamento de Huánuco. Luego del triunfo de las armas patriotas en Junín, en 1825, se cambió por éste, el nombre del nuevo departamento.

Felipe S. Salaverry volvió a crear nuestro departamento

El general Salaverry creó nuevamente el Departamento de Huaylas con las provincias de Huaylas, Conchucos Alto (Pomabamba) y Conchucos Bajo (Huari) y Cajatambo, y le agregó la provincia del Santa por decreto del 12 de julio de 1835. Pero por decreto del 10 de octubre de 1836, Santa Cruz le desmembró la provincia de Cajatambo que pasó al departamento de Junín.
Cajatambo perteneció a Ancash hasta 1836

En la actualidad, Ancash cuenta con veinte provincias, siendo la de más reciente creación la provincia de Ocros. Ancash tiene una extensión superficial de 38,064 Km cuadrados y su población supera ya el millón de habitantes. La colonia ancashina en Lima es la más numerosa y se concentra en el próspero Cono Norte de la capital.
Las provincias más antiguas son las de Huaylas y Conchucos. Los primeros pueblos habrían sido los de Huaraz, Huaylas, Recuay, Marca, Huari, Corongo y Cabana. No se puede establecer su antigüedad pues ya existían a la llegada de los españoles. Los españoles fundaron en la costa la primera ciudad con clara influencia ibérica, que fue la de Santa, junto a la desembocadura del río Santa.

jueves, 13 de octubre de 2011

TEÓFILO CASTILLO, PINTOR DE MARCA MAYOR


Don Teófilo Castillo Guash

Un día como hoy, 14 de octubre de 1857 es bautizado en el templo parroquial de San Pedro de Carhuaz un niño nacido en la familia Castillo Guash a quien el entonces cura de la doctrina don Rigoberto Mendoza puso el nombre de Teófilo. El pequeño había nacido doce días atrás, pero como por entonces no se registraba en los municipios la fecha de nacimiento, sólo se podía contar con la Partida de Bautizo, en la que se registraba la fecha en que todo crío recibía la fe del bautismo.


Famoso retrato de don Ricardo Palma pintado por T. Castillo

El pequeño Teófilo estudió en forma particular en su tierra y muy joven fue llevado a Lima donde estudió pintura con docentes de gran fama, destacando por su gran habilidad.
En 1883, finalizada la Guerra con Chile viaja a Europa a perfeccionar sus estudios y permanece allá durante dos años. Su estancia europea le permite conocer las más modernas técnicas pictóricas y desarrollar un contundente estilo propio.


T. Castillo es considerado el primer impresionista peruano

A su retorno a América decide trasladar su residencia a Buenos Aires. En la Argentina pasarían los siguientes veinte años de su vida, al cabo de los cuales regresa al Perú para promover la fotografía artística.
El recuerdo de Europa lo llama nuevamente y se dirige hacia allá para embeberse de las últimas novedades y captar las nuevas influencias del arte contemporáneo. Para entonces su técnica está totalmente depurada.
Poco antes del inicio de la I Guerra Mundial se dirige al Perú con la misión de crear la Escuela Nacional de Bellas Artes, objetivo que logra con gran esfuerzo de su parte.


El saqueo del Cusco, obra laureada de T. Castillo

En 1916 se aleja nuevamente del Perú para radicar en Buenos Aires, la capital Argentina. Allá reconocen su excepcional talento y lo colman de homenajes.
Teófilo Castillo Guash falleció en Tucumán el 7 de diciembre de 1922. En Carhuaz, su ciudad natal, un pequeño busto en la Plaza de Armas le rinde tributo a su memoria.


Busto de Teófilo Castillo en Carhuaz.

jueves, 6 de octubre de 2011

RICARDO PALMA Y NUESTRA TIERRA

El creador de las Tradiciones dedicó muchas páginas a Huaraz y Ancash.

           Un día como hoy 6 de octubre de 1910 fallece don Ricardo Palma, el gran tradicionalista peruano.
Nuestro célebre tradicionista, supo ocuparse de nuestra región en célebres tradiciones, la mayoría de ellas, de la época de la emancipación, aunque del tiempo de la colonia, Palma rescata la tradición del Padre Chuecas, fraile bohemio que en castigo fue enviando a Huaraz; a él se le atribuye la autoría de la famosa frase que se endilga a los huaracinos.
            “El médico Inglés” es la tradición que se ocupa del célebre espía de San Martín, Pablo Jeremías, médico norteamericano que recorrió en 1819 las provincias de Huaylas y Cajatambo. “El Primer Gran Mariscal” sintetiza la vida y obra de don Toribio Luzuriaga y Mejía, nuestro máximo héroe del período independentista.
            En “Justicia de Bolívar”, encontramos la crónica de un hecho de sangre que ocurrió en nuestro suelo cuando una dama huaracina asesinó a un oficial colombiano por salvar la honra de su hija, lo que motivó una rápida y aplaudida reacción del Libertador.

Los amores de Bolívar en nuestra tierra inspiraron a don Ricardo Palma

Don Simón José Antonio De la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios, inspiró a Ricardo Palma sus más sabrosas traiciones; en “La vieja de Bolívar”, se relatan sus aventuras amorosas con Manuela Madroño, hermosa huaylina que robó el corazón del libertador de cinco repúblicas; pero quizás la tradición “Las tres etecéteras del libertador” sea la que se lleve la palma. Otra tradición de esa época, que trata sobre Huaylas, es “A muerte me huele el godo”. Debemos dejar constancia que los datos básicos para que Palma elabore estas tradiciones, le fueron proporcionados por su amigo, el caracino Celso Torres.
En el período republicano, “El fanático”, es la tradición de Palma que se relaciona con nuestra región; se refiere a un párroco de Yaután y los efectos de una piadosa homilía. En “Un Santo Varón”, se reseña la costumbre de la desclavación del Señor, en la Semana Santa en Huaylas. “Coronguinos” es la reminiscencia a nuestros paisanos y su acendrada veneración a San Pedro, patrón espiritual de Corongo.
Palma tuvo en el gran pintor carhuacino don Teófilo Castillo a un ferviente admirador, él pintó muchas tradiciones de la época virreynal, su cuadro más celebrado es "el pleito de las calesas".


El pleito de las celesas

martes, 4 de octubre de 2011

EL ESTADO EN CHAVÍN Y EN EL MUNDO ANDINO

Un día como hoy 4 de octubre en 1998 se publica un trabajo que actualiza una polémica sobre el origen del estado en el mundo andino.
Hablar del Estado en el Antiguo Perú es referirse a los pueblos que lograron su desarrollo en base a la utilización de la fuerza de trabajo de sus habitantes.
A cerca del surgimiento del estado en el antiguo Perú, tenemos las recientes opiniones de los historiadores Silva Santiesteban y Ruth Shady. Ellos han retrocedido la fecha del surgimiento del estado casi dos mil años antes de Chavín. En Caral, Supe, (3 000 a.C.) y en La Galgada, Pallasca ( 2 800 a.C.) se ubican rasgos inequívocos que dan cuenta del nacimiento de una forma superior de organización social, asociada a la existencia de una casta que estaba desligada del trabajo productivo.
El estado, en tiempos iniciales era eminentemente teocrático en el mundo andino. En Caral se ha encontrado un mate con la representación de un ser antropomorfo portando dos varas en las manos. Tal sería la representación matinal del Dios Guari, el dios agricultor que se hizo fuerte en el norte del Perú y que en Chavín tendría su máximo apogeo. La casta sacerdotal de Caral dominaba sobre un pueblo agricultor que combinaba dicha actividad con la pesca.

Caral ya mantenía rasgos de un estado incipiente

En La Galgada se hallaron edificios de seis pisos y un templo en forma de pirámide trunca desde donde se administraba grandes extensiones de terrenos cultivables. Aquí el estado primigenio era bastante débil y endeble. Tendrían que pasar muchos siglos para su fortalecimiento y expansión.
Sechín (1780 – 1500 a.C.), pueblo antecesor de Chavín, ubicado en la costa ancashina, es una muestra primigenia de cómo el estado reprime a la comunidad sobre la que se asienta. En

Personaje mutilado en un muro de Sechín

La respuesta a esta pregunta es muy compleja, más aún cuando no tenemos mayores datos al respecto. Existen hipótesis acerca de que se trataría de la representación de una masacre sobre un pueblo vecino que no se avino a los dictados de los gobernantes Sechín. El hecho de representar vívidamente este suceso podría servir como un mensaje directo a la población de lo que le sucedería en caso de desobediencia, alzamiento o rebelión.
El caso de Sechín es muy ejemplificador. En todo el Perú no se han encontrado muestras tan directas de actos de represión en gran escala. Más aún, en épocas tan remotas, en donde la presencia de guerreros todavía no tenía la prominencia que adquiriera tres mil años después, como en los casos de los Wari (900 d.C.) y de los Incas (1400 d.C.) La única relación con actos de represión popular, representados en piedra, se han encontrado entre los Mayas (700 d.C.) de Centroamérica, en su famoso “muro de los muertos”.
En Sechín, la representación de la represión es monumental y guarda todo una alegoría. El conjunto representa un desfile macabro, presidido por sendos estandartes a los que siguen guerreros exhibiendo sus armas y vestimenta de gala. Tras de los guerreros vienen en interminable sucesión los cuerpos mutilados de los reprimidos. ¿Guerreros vencidos? ¿Delincuentes? Lo cierto es que luego de cuatro mil años, queda allí el mensaje directo de una clase dominante que perennizó en piedra, la represión sobre sus habitantes.
Casi mil años después viene el apogeo de los Chavín, otro pueblo agricultor que ubicó su capital en medio de la sierra y extendió su influencia hasta Piura en el norte y el Altiplano en el sur.
Sobre Chavín hay mayor información que en Sechín; era un pueblo con gran diferenciación de clases. La teocracia mantenía un sólido control sobre el pueblo al que exigía la entrega de tributos.

La casta sacerdotal tenía privilegios en Chavín

¿Cómo pudo mantener un férreo control sobre pueblos tan distantes como los Vicús en Piura o los Pucaras en el extremo sur? ¿Su aparato represor estaba tan bien afinado que pudo mantener su poder por casi mil años? La respuesta a estas y otras interrogantes no son tan simples. Chavín se extinguió hacia el año 200 a.C. No tenemos datos concretos más que la información arqueológica y la literatura oral. No hay textos sobre el tema y nadie hasta el presente ha podido descifrar los mensajes escritos en piedra por los Chavín.
En su estudio sobre el arte Chavín, Cristóbal Campana manifiesta que son muy sobrecogedoras las imágenes que nos han dejado los artistas Chavín. En las lápidas se representan con exageración garras de aves, dientes de felinos y serpientes en actitud amenazadora. En conjunto son intimidantes las imágenes del templo de Chavín. ¿Intentaban mantener en un estado de permanente zozobra a la población sojuzgada? ¿Para sostener y reforzar su código moral recurrieron a estas representaciones?
Pero hay aún más en Chavín. Las 48 cabezas clavas que adornaban los exteriores del templo representan rostros verdaderamente espeluznantes. Los ojos fuera de las órbitas, el ceño fruncido en actitud amenazadora y los labios contraidos para enseñar los fieros dientes en donde sobresalen enormes colmillos; no son más que el esfuerzo de un estado dominante, ansioso de mantenerse en el poder indefinidamente. La oscuridad del interior del gran templo, y la imagen fiera del Dios Sonriente de Chavín, refuerzan esta hipótesis.
Los Chavín sentaron las bases de la cultura andina. Sus normas morales y sus leyes debieron ser rígidas y su aparato represor muy bien afiatado para mantenerse en el poder por tanto tiempo.
Con el correr del tiempo, otros pueblos logran la hegemonía y para mantenerse utilizaron la represión contra el pueblo. Luego de Chavín, dos estados surgieron con gran nitidez, los Wari y los Incas, ellos dominaron con normas rígidas y bastante dureza, cosa que caracterizó al mundo andino. La sociedad andina no era socialista como proclaman Valcárcel y sus seguidores, ni tampoco regían los principios democráticos.
La mayor información nos la proporcionan los cronistas sobre los Incas. Al respecto hay muchos y variados estudios. Basadre nos habla incluso del derecho rural Inca, en base a la división en tierras del Inca, tierras del Ayllu y tierras del culto; la reglamentación de las épocas de siembra y cosecha; la obligación de tareas como el abono, limpieza de canales y la reglamentación del trabajo comunitario. El incumplimiento de estas normas se penaba con dureza.
Guamán Poma de Ayala, con su particular modo de interpretar el mundo, una visión a caballo entre lo occidental y lo andino, nos refiere que ya en la tercera edad del hombre, los Purunrunas, tenían  y guardaban sus leyes ordenanzas “y morían por ellos y la ley era dada por el rey y la defendían los capitanes”.
Sobre la cuarta edad, la de los Aucapacharunas, la época anterior a los Incas, señala que “no se consentían los pecados ni el adulterio; quienes pecaban tenían pena de muerte y grandes castigos y había mucha justicia por el rey y capitanes que en aquel tiempo había”. También señala que “habían grandes castigos de ladrones, salteadores, mentirosos, adúlteras y matadores”. Al hablar de castigos y leyes, se entiende que existía un estado represor y organizado en ese entonces.

Grandes castigos para los infractores de las leyes

Los castigos que se imponían según Guamán Poma en su “Nueva Corónica(sic) y Buen Gobierno”,  eran severísimos hasta que ya “no había ladrones ni salteadores porque los castigaban muy cruelmente”.
Otros cronistas españoles se alinean con Garcilaso de la Vega, quien por ser descendiente de Incas, se cuidó muy bien de señalar la existencia de delincuentes y los castigos a que eran sometidos por parte del Estado Inca.
Sechín, se ha ubicado en las paredes exteriores de su templo, más de 400 lápidas representando a personajes mutilados, eviscerados y decapitados. ¿Cuál fue el motivo para que la clase gobernante decidiera decorar las paredes del templo de modo tan cruel y grotesco?