Un día como hoy en el año 2006, se define la participación
electoral de un nuevo movimiento regional: “Cuenta Conmigo”, que encabezaba un
joven político chimbotano de nombre César Álvarez Aguilar. Su trayectoria era
muy interesante, había participado ya en dos oportunidades como postulante al
Congreso de la República y en ambas ocasiones fue desplazado pese a su alta
votación. La primera porque el FIM (Frente Independiente Moralizador), partido
por el que se presentó no alcanzó el 5% de votos a nivel nacional, y la segunda
porque el Ing. Luis Heysen le arrebató en mesa la representación nacional.
Fernando "popi" Olivera del FIM. Por allí luego el nexo con la española OEI.
Cuando postula en el 2006, traía ese historial político. La
población votó mayoritariamente por él más que por sus ideas, por el hecho de
que ya había sido postergado en política dos veces y “el pobrecito” ya merecía
llegar a algún cargo. Ese año obtuvo 131,463 votos lo que le permitió ser el
primer Presidente Regional de Ancash. La pregunta es: ¿Cuántos de esos votos fueron
emitidos por sentimentalismo? Porque para ello, los ancashinos somos campeones,
“allauchi, ya lo han fregado mucho, hay que darle la oportunidad”. Nuestro
sentimentalismo hizo que llegara a la presidencia regional un personaje sin
profesión, inexperto y que pronto se rodeó de gente mafiosa que luego de ocho
años dejó a nuestra Región en la debacle y corrupción que han escandalizado a
medio mundo.
El efectismo da muchos dividendos en política
Lo malo es que somos un pueblo sin memoria y no aprendemos
de los errores. En las pasadas elecciones del 2014, otra vez nos ganó el
sentimentalismo. Aparte de los interesados y comodones que votaron por Waldo
Ríos ilusionados con recibir S/. 500.00, ¿cúantos votos recibió este personaje
gracias a su capacidad de engaño apelando a la conmiseración popular? Y este es
un apunte para tener en cuenta, pues si los analistas políticos se dieran una
vuelta por las provincias donde arrasó en segunda vuelta (2,340 votos en
Asunción frente a 450 de su oponente), deberían ver la cantidad de gente que
repite: “allauchi, cargó la cruz por nosotros, bueno es…”.
Y nuevamente ganó el sentimentalismo en la política. Ahora comprendo por
qué Vertíz nunca ganó nada; él es muy racional y renegón. De modo que ya saben
candidatos. Para la próxima, victimícense para generar la pena del electorado.
Eso da votos en Ancash.
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