lunes, 29 de octubre de 2012

UN CURITA DE ARMAS TOMAR


Campiña de Aija, según la visión del artista Leoncio Maguiña Morales
 
 Un día como hoy, 29 de octubre  de 1782, es bautizado en Aija un niño a quien llamaron Gabino Uribe Antúnez, nacido hacía cuatro días. Con el tiempo,este niño se hizo sacerdote.
 
Sabido es que en la lucha por la independencia nacional, el clero tuvo un papel importantísimo en la difusión de las ideas libertarias. Esto es digno de recalcar, pues cuando llegaron a nuestro suelo las ideas de la revolución francesa, las autoridades españolas se apresuraron en satanizarlas; si la autoridad viene de Dios, iban contra EI quienes hablaban de libertad e independencia, decían.

Es por ello que no debemos olvidar a los sacerdotes patriotas, que desde el púlpito denunciaron la injusticia del régimen colonial. Sacerdotes de la talla de don José María Robles, cura de Yaután; del famoso cura La Hoz, que proclamó la independencia en Huarmey; de don Pablo Malarín, cura de Yungay; de don Lorenzo Requena, cura de Cajacay; y de don Juan De la Cruz Romero, quien desde Huaraz coordinaba la labor de los anteriores. EI fue quien trajo personalmente desde Huaura las órdenes impartidas por San Martín para sublevar Huaylas. 


Retrato alegórico de don Gabino Uribe

Pero quien se lleva la palma, es don Gabino Uribe, el aijino, quien no  vaciló en remangarse la sotana y tomar las armas para dar ejemplo de que los buenos cristianos siempre abrazan las causas justas.

Cuando naufragó la goleta "Terrible" que traía a emisarios de San Martín, Uribe los escondió en su casa de Huarmey. Cuenta la historia, que con su propio peculio, el presbítero don Gabino Uribe subvencionó una partida guerrillera entre los años 1920 y 1921. Los años más peligrosos en la lucha por la independencia.

Vaya si las precauciones de Gabino Uribe fueron justificadas. Corría el mes de abril de 1821. En Huarmey se hallaban presos setenta soldados españoles del Batallón “Victoria", quienes al saber que en las serranías operaba Ricafort, dando muerte a sus custodios, escaparon llevándose todo el armamento y se dirigieron hacia Huaraz con la consigna de asesinar al General  Luzuriaga. 
 
 

Don Gabino Uribe, jefe de los Guerrilleros de Huarmey y Vertientes, al mando de sus fuerzas, alcanzó a cuatro jornadas de Huarmey a los fugitivos y en una hábil maniobra los rodeó y desarmó sin derramamiento de sangre. EI 30 de abril, ingresaba apoteósicamente a Huaraz, con los prisioneros recapturados.

 
Luzuriaga salvó de morir gracias a Gabino Uribe

Este gran sacerdote, trabajó muchos años en beneficio de los pueblos de  Huarmey y Aija. Se retiró ya anciano a Lima, donde falleció en 1863, siendo declarado Benemérito de la Patria.

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