Nuestra tierra tiene mucho que ofrecer al mundo. Una de sus expresiones más particulares es la Semana Santa. Disculpen ayacuchanos y tarmeños, la Semana Santa huaracina es mucho más profunda, espectacular y grandiosa que la de sus pueblos.
La Semana Santa se vive con recogimiento en todo Ancash. Acá una procesión en Caraz.
Hay que diferenciar la actual, de la antigua Semana Santa que tenía otra característica. Se ubican tres momentos en esa tradición.
Inicialmente, hacia finales del siglo XIX no habían muchas procesiones ni imágenes. Pero ya de esa época se cuenta con la presencia de los soldados romanos en las andas del Señor Nazareno. Hemos señalado en otro artículo, que al principio fueron pequeños y con el tiempo "crecieron" y se hicieron de tamaño normal.
El segundo momento lo ubicamos en los años 30 del siglo XX, cuando debido a la bonanza que se vivía ("la Belle époque" le dice Manuel Reina Loli), se adquirieron nuevas imágenes como la del Señor del Huerto en Huarupampa, el Buen Pastor de Espírtu Santo y se articuló al Señor Nazareno para que realice las tres caídas.
Con gran unción se realiza la Vía Crucis en la ciudad de Chimbote
Antes del sismo, otro era el rol de las procesiones, por ello ubicaríamos a partir del 70 el tercer momento. Fue el franciscano Fray Luis Ayala, de Huari, quien ordenó cronológicamente las procesiones de la Semana Santa huaracina. Así, luego del Domingo de Ramos, la procesión del Señor del Huerto, que antes salía el Jueves Santo, sale ahora el Lunes Santo por la noche y el martes salen las imágenes del Señor del Prendimiento seguida del Señor de la Columna. La procesión del Cristo Pobre sale el Miércoles Santo y luego del descanso del Jueves Santo en que la población se dedica a visitar los Monumentos Eucarísticos (la tradición era visitar siete capillas), viene la gran porcesión del Señor Nazareno el Viernes Santo, seguida por a del Santo Sepulcro.
Procesión del Señor Nazareno en Chiquián
Características propias de la Semana Santa Huaracina son la tradicional procesión del "Warakí" en la madrugada del Viernes Santo, tan andina y nuestra. Así como la costumbre de incorporar plantas andinas y soldados romanos, judíos o "chunchos" en las andas. Esto tampoco existe en otros lugares.
En Huari se escenifica la Pasión en vivo.
Recordemos que los romanos: Silverio, Justo, Custodio y el cuarto que tiene diversos nombres de acuerdo a cada barrio (en la Soledad es Mateo y en Belén es Joshep), son venerados y muy ponderados; atribuyéndoles poderes en beneficio de sus propietarios.
Otro elemento valioso de la singular Semana Santa huaracina es la alegoría del Domingo de Resurreción. En ningún lugar se ve tal teatralización: las andas representan pasajes bíblicos que en plena Plaza de Armas despliegan didáctamente su mensaje; mientras el Señor aparece en toda su gloria, la Virgen Dolorosa pierde el corazón con los siete puñales y cambia el vestido de luto por otro más claro símbolo de la alegría por la Resurrección del Salvador.
¡Díganme ahora si no es única la Semana Santa huaracina!
Al norte de Ancash las andas tienen forma de barco.
LES DAMOS LA BIENVENIDA A ESTE BLOG EN DONDE ENCONTRARÁN INFORMACIÓN DIARIA DE NUESTRA HISTORIA Y NUESTRA CULTURA. EL BLOG ES COMPLEMENTO DEL NUEVO PROGRAMA QUE A PARTIR DEL SÁBADO 3 DE MAYO SE EMITIRÁ TODOS LOS SÁBADOS POR LA SEÑAL DE CABLE ANDINO CANAL 3, A HUARAZ Y A TODOS LOS PUEBLOS DEL CALLEJÓN DE HUAYLAS.
martes, 31 de marzo de 2015
lunes, 23 de marzo de 2015
EL PICHÓN HERIDO
Un día como hoy, 23 de marzo de 1960, es trasladado de la oficina de correos de Corongo a la ciudad de Huaraz, don César Garay Zelaya. Este personaje se hizo muy conocido en nuestra ciudad por su don de gentes y su peculiar modo de ser.
César Garay, pronto se abrió paso en el mundo de las comunicaciones, al contar con un programa propio en la por entonces muy escuchada "Radio Huaraz", en donde todas las tardes iniciaba su programación entonando el singular verso:
Muchachita Coronguina
no me niegues tu cariño,
mira que a ti yo te quiero
porque eres la flor de mi alma.
Luego del saludo musical, decía algo como esto: "Buenas tardes amables oyentes, les saluda su amigo de hoy y siempre: César Garay Zelaya, El Pichón Herido".
Locutor anónimo en la cabina de "Radio Huaraz"
Y con ese apodo, que él mismo se lo puso, era conocido por todo Huaraz. ¿Habría salido de su tierra por una decepción amorosa? Nadie lo sabe, lo cierto es que no se le conoció pareja. Era un solterón empedernido, el buen señor.
César Garay tenía una forma muy peculiar de vestir. Cada fin de semana, practicaba los dos deportes que le apasionaban: era un gran ciclista y mejor jinete. ¡Y vaya si para cada ocasión sabía cómo vestir!
Calles que vieron pasar a César Garay Zelaya.
Cuando salía en bicicleta se ponía zapatillas de moda, un pantalón bluejean y una camisa a cuadros. Completaba su peculiar atuendo con un muy bien cuidado gorro "jockey"; que yo recuerde, fue la primera persona que utilizó en Huaraz esa prenda de vestir que hoy se ha convertido en la más popular prenda de cabeza.
Pero era de ver cuando Cesitar Garay salía a caballo. Calzaba polainas de cuero hasta la rodilla, tenía un hermoso pantalón de montar, de esos con "orejas"; correa ancha de cuero; camisa de vaquero, a cuadros; un llamativo pañuelo rojo amarrado al cuello, y remataba su presentación un sombrero alón de pana, del estilo que usaba el gran revolucionario nicaragüense Augusto Sandino. Para no desentonar, casi siempre portaba revólver al cinto.
Alguna vez señaló que el vaquero Roy Roger lo inspiraba.
Cada vez que visito el "Tayta" del "Chico" Minaya, me recibe al final de su escalera la fotografía de César Garay Zelaya, "El Pichón Herido". Al verlo tan modosito, se me agolpan vívidos recuerdos de mi niñez, de ese Huaraz bocólico que 50 años después se ha convertido en esta ciudad moderna, tan moderna ya que en ella habitan todos los males de la sociedad. Si el "Pichón Herido" resucitara, sólo con verla, de seguro se vuelve a morir.
César Garay, pronto se abrió paso en el mundo de las comunicaciones, al contar con un programa propio en la por entonces muy escuchada "Radio Huaraz", en donde todas las tardes iniciaba su programación entonando el singular verso:
Muchachita Coronguina
no me niegues tu cariño,
mira que a ti yo te quiero
porque eres la flor de mi alma.
Luego del saludo musical, decía algo como esto: "Buenas tardes amables oyentes, les saluda su amigo de hoy y siempre: César Garay Zelaya, El Pichón Herido".
Locutor anónimo en la cabina de "Radio Huaraz"
Y con ese apodo, que él mismo se lo puso, era conocido por todo Huaraz. ¿Habría salido de su tierra por una decepción amorosa? Nadie lo sabe, lo cierto es que no se le conoció pareja. Era un solterón empedernido, el buen señor.
César Garay tenía una forma muy peculiar de vestir. Cada fin de semana, practicaba los dos deportes que le apasionaban: era un gran ciclista y mejor jinete. ¡Y vaya si para cada ocasión sabía cómo vestir!
Calles que vieron pasar a César Garay Zelaya.
Cuando salía en bicicleta se ponía zapatillas de moda, un pantalón bluejean y una camisa a cuadros. Completaba su peculiar atuendo con un muy bien cuidado gorro "jockey"; que yo recuerde, fue la primera persona que utilizó en Huaraz esa prenda de vestir que hoy se ha convertido en la más popular prenda de cabeza.
Pero era de ver cuando Cesitar Garay salía a caballo. Calzaba polainas de cuero hasta la rodilla, tenía un hermoso pantalón de montar, de esos con "orejas"; correa ancha de cuero; camisa de vaquero, a cuadros; un llamativo pañuelo rojo amarrado al cuello, y remataba su presentación un sombrero alón de pana, del estilo que usaba el gran revolucionario nicaragüense Augusto Sandino. Para no desentonar, casi siempre portaba revólver al cinto.
Alguna vez señaló que el vaquero Roy Roger lo inspiraba.
Cada vez que visito el "Tayta" del "Chico" Minaya, me recibe al final de su escalera la fotografía de César Garay Zelaya, "El Pichón Herido". Al verlo tan modosito, se me agolpan vívidos recuerdos de mi niñez, de ese Huaraz bocólico que 50 años después se ha convertido en esta ciudad moderna, tan moderna ya que en ella habitan todos los males de la sociedad. Si el "Pichón Herido" resucitara, sólo con verla, de seguro se vuelve a morir.
domingo, 8 de marzo de 2015
MUJERES ANCASHINAS
Desde los tiempos antiguos la presencia de la mujer
ancashino ha sido una constante en su historia. Allí está Quispe Sisa (Flor de
Diamante), la Inés Huaylas Ñusta de Francisco Pizarro, quien se sacrificó en
vano pensando que con su matrimonio forzado podía salvar la vida de su hermano
el Inca Atahuallpa. Su hija, Francisca Pizarro, es considerado la primera mestiza del Perú.
La bella Quispe Sisa Busto en piedra de Francisca Pizarro
Ancash tiene su principal heroína en doña María
Maguiña, "Pushti mariquita", quien en 1854 levantó al pueblo huaracino a favor de la revolución de
don Ramón Castilla, impidiendo que los reclutas huaracinos vayan a servir a órdenes
del repudiado presidente Echenique.
En
1885 surge la figura de María Fernanda Yauri, esposa de Pedro Pablo Atusparia,
quien se convierte en la más fiel consejera del líder de la Revolución
Campesina. Gracias a ella se deben las sabias decisiones de impedir el saqueo
de la ciudad de Huaraz y la de aplicar
la benignidad con los vencidos.
Doña Teresa Gonzáles, viuda de Juan Fanning, heroe nacional.
A fines de dicho siglo, surge la mujer intelectual.
Teresa Gonzáles de Fanning, natural del Santa, autora de cuentos y novelas,
quien convierte su vivienda en Lima, como el faro de la vida intelectual, en
una época donde el papel de la mujer no era tomado en cuenta en el campo de las
letras.
Iniciado el siglo XX, nace en Huaraz Sara Colonia
Zambrano, la misma que con el correr del tiempo se convertiría en la muy
querida Sarita Colonia, patrona de los desposeídos. Santa representativa de los
provincianos que van a la capital en busca de un futuro mejor.
Foto familiar de Sarita Colonia Zambrano
La
mujer ancashina destaca con mucho brillo en el campo de la educación, donde
preceptoras de la talla de Felícitas Alzamora, Carmen Silva, Honorata Castillo
y tantas otras, como la recordada maestra carhuacina Delia Figueroa
Alvarado, han sabido sacar lustre a esta dignísima profesión.
Entre las luchadoras sociales, brilla con luz propia
una mujer campesina. A mediados del siglo XX se hace notar la presencia de
Cayetana Ferrer, lideresa de la comunidad campesina de Ecash, en Carhuaz, quien
es recordada con su bastón al mando de numerosas huestes defendiendo los fueros
de la comunidad ante los abusos de los mishtis y los designios del por entonces
oficialista Sinamos.
Pastorita, ancashina universal.
Finalmente,
en el campo del arte, no podemos dejar de mencionar a la inolvidable María
Alvarado Trujillo, la sin par “Pastorita Huaracina” quien con su inconfundible
voz, llevó la música regional ancashina a todos los rincones del país y supo
dejar muy en alto el nombre del departamento de Ancash en el extranjero: Corea,
Japón, Estados Unidos y toda Europa, lugares a donde paseó su arte.
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