EL NIÑO HÉROE VIVIANO PAREDES
En 1879 Chile invadió nuestro país y dio inicio a una guerra que duró cinco largos años. Fue la guerra del Salitre, a la que generalmente se le conoce como la guerra del Pacífico. Pero detrás de Chile estaban los intereses de Inglaterra, el poderoso país europeo que obtenía grandes ingresos económicos con el comercio del salitre.
Los ancashinos acudieron en masa al llamado de la Patria. Apenas se supo del inicio de la guerra, los alumnos del 4° y 5° año de Secundaria del Colegio “De la Libertad” de Huarás, se alistaron en las filas del ejército. Hasta el final de la guerra, se calcula que un total de cinco mil ancashinos participaron de la contienda.
Cuando los chilenos amenazaban con invadir a Lima, a fines de 1880, de Ancash fueron a defender la capital cientos de paisanos. Uno de ellos fue un humilde zapatero a quien siguió tercamente su pequeño hijo de apenas 11 años. Este niño, de nombre Viviano Paredes escribiría una de las páginas más sublimes de heroísmo infantil.
En enero de 1881 se planifica la defensa de Lima, en dos grandes líneas; la primera se ubicó al sur de la capital en terrenos de la hacienda de San Juan, y la segunda en Miraflores. En San Juan, el ejército peruano estaba dividido en tres cuerpos, el Cuerpo Central tenía como jefe al Coronel Andrés Avelino Cáceres. Una de sus tres divisiones era dirigida por el Coronel Ayarza y en ella se encontraba como soldado el padre del pequeño Viviano.
Andrés Avelino Cáceres
Cáceres en sus “Memorias”, señala que la División del Coronel Ayarza fue la que sufrió la peor acometida chilena y perdió no solo a su jefe sino a la mayor parte de sus combatientes.
Viviano Paredes ayudaba a los soldados alcanzándoles pólvora y municiones. Cuando las tropas chilenas asaltaron la trinchera donde se encontraba el niño, mataron al portaestandarte del batallón y tomaron la bandera para declarar ejecutada su victoria; es entonces cuando surge entre el humo de los disparos el pequeño Viviano Paredes y en un acto de sublime heroísmo arrebata el glorioso bicolor nacional a los chilenos retornándolo a las filas peruanas.
Niño huaracino en foto de 1886, de la edad de Viviano Los soldados chilenos al darse cuenta que han sido burlados, con ira dirigen sus disparos contra el cuerpo del pequeño. Gravemente herido, el niño héroe, en un supremo esfuerzo logra entregar la bandera peruana a los defensores.
El escritor José Luis Torres, recoge el gesto inmortal de este pequeño paisano nuestro. Él también nos dice que falleció desangrado en los cerros de San Juan, el fatídico 13 de enero de 1881.
Viviano Paredes, niño héroe de la guerra con Chile. Su ejemplo imperecedero merece la mejor de las alabanzas y homenajes. Sería justo que algún colegio lleve su nombre, que las promociones escolares lo tengan como adalid y ejemplo. Pueblo que no reconoce el valor de sus héroes, no merece estar a la altura de ellos.
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