sábado, 26 de julio de 2014

CERÁMICA RECUAY EN EL GRAN PAJATÉN

El complejo arqueológico ''Gran Pajatén'' fue descubierto por el alcalde del distrito de Pataz (La Libertad) el 27 de setiembre de 1964.  

Estos restos fueron hallado en el lugar.

El Gran Pajatén sería una ciudadela de la cultura Chachapoya, y un enigma de nuestro pasado por la falta de estudios arqueológicos para comprenderlo, pero se asumió que este lugar perteneció a la Cultura Chachapoyas (1200 - 1500 d.C).
Los restos del Gran Pajatén han sido estudiados con intensidad desde 1985, con afirmaciones como que fue un enclave serrano tardío para la colonización agraria de la selva.
Fueron los cronistas de los siglos XVI y XVII quienes dejaron referencias históricas y etnográficas sobre las culturas andinas tardías que recogieron con las tradiciones orales.
¿Y qué tiene que ver el Gran Pajatén con nosotros los ancashinos? Pues acomódese estimado lector que aquí vien lo bueno.
Un día como hoy, 26 de julio de 2003, arqueólogos que estudiaban este complejo preincaico, encontraron en los niveles más profundos del sitio, un amplio muestrario de cerámica típicamente Recuay, con su característica particular del uso del caolín de Taricá.

Típico ceramio Recuay hallado en el Gran Pajatén

Esto cambió todo el panorama de estudios del lugar arqueológico. Y se alzó la gran interrogante: ¿qué hacían los ceramios Recuay en un lugar tan alejado? ¿Llegaron los Recuay tan lejos? ¿Hubo un intercambio cultural?
No olvidemos que la cultura Recuay (200 - 700 d.C.) ocupó todo el departamento de Ancash: Vertientes, Callejón de Huaylas y Conchucos. Y tras el río Marañón también se hallan sus vestigios (Tinyash). Ahora, el río Marañón une Ancash con La Libertad y San Martín, donde se ubica el Gran Pajatén. Pues esa sería la ruta para que la cerámica y por cierto, la cultura Recuay, llegó al Gran Pajatén.
De modo que siguen las especulaciones. Nos quedamos con una gran verdad: la cultura Recuay, que algunos prefieren llamar cultura Huaylas, ha tenido presencia macrorregional.
Ahora, lo que queda es determinar quién llevó esa cerámica al Gran Pajatén. Fueron avanzadas de los Recuay o fueron los "chunchos" que incursionaron en nuestro suelo y tomaron como trofeo esa preciosa cerámica.

Las pallas de Pomabamba haciendo una cabaña mientras buscan a sus parejas.

En Conchucos hemos encontrado cuatro danzas que hablan de este hecho histórico. En Pomabamba "Tinya palla" es danzado por damas que andan en busca de sus maridos perdidos. En Piscobamba, otra danza nos enseña cómo las damas del lugar con la ayuda del Auqui "civilizan" a unos chunchos invasores y les enseñan la agricultura. Los "Ayancuri" de Llapo son danzantes salvajes que demuestran su poderío. Finalmente,en Llamellín tenemos "El duende, las Pallas y los Auqas", damas del lugar que vencen a los "auqas" o "chunchos". 

Pallas de Llamellín con su Auqui o duende.

¿Estas danzas y otras que hacen alusión a la presencia de "chunchos" en nuestra tierra, parten del hecho histórico que comentamos? ¿Los Recuay fueron tan interculturales que no solo interactuaron con los Moche sino que también lo hicieron con los Chachapoyas? 
Mayores investigaciones despejarán estas dudas.

sábado, 19 de julio de 2014

EL HABLA EN NUESTRA PATRIA CHICA


Ancash tiene en términos culturales cinco sub regiones bien definidas. En la costa aparentemente existe influencia de la cultura occidental y se habla comúnmente el castellano, no obstante muchos pobladores que migraron de la sierra aún conservan su carga lingüística y cultural. En la zona norte también sólo se habla castellano por cuanto allí se hablaba el Culle, idioma ya extinguido, más la carga cultural predominante es la andina. En el Callejón de Huaylas existen dos variantes del quechua, uno entre Recuay, Aija y Huaraz donde el habla es fuerte y el uso de la “j” es notorio (jeno, jara, jaka, etc) y otro entre Carhuaz y Huaylas donde no se pronuncia la “j” (eno, ara, aka, etc), siendo el quechua más delicado; coincidentemente, en las tres primeras provincias, no existía el latifundio y siempre sus pobladores se mostraron más liberales, pero entre Carhuaz y Huaylas sí habían grandes hacendados y eran las provincias más conservadoras.

En Conchucos, donde se generaliza el sonido “gh” que se diferencia del “q” del Callejón, también tenemos dos variantes de su quechua y de su cultura: al sur, en Huari se dice “uma” a la cabeza, mientras que al norte, en Pomabamba se le llama “pegha”; de igual modo, en Conchucos sur existía mayor liberalismo y poco latifundio, todo lo contrario que en Conchucos Norte. 
Finalmente, en la zona sur se utilizan muchos préstamos del aymara, habida cuenta que en determinada época (siglos IX y X), la región tuvo presencia Wari, y las provincias que la conforman han mantenido vigente usos y costumbres ancestrales muy diferentes a las del resto de la región como la pervivencia del uso de los quipus en las ceremonias funerales. Las particularidades idiomáticas expresan las diferencias históricas y culturales. Es por ello que tenemos una gran diversidad cultural en Ancash, que constituye su Patrimonio Cultural Inmaterial.

domingo, 6 de julio de 2014

MAESTRO QUE DEJA HUELLA

Un día como hoy, 6 de julio en 2012, se premiaba en la Dirección Regional de Cultura a un docente destacado de la I.E. "Jesús Nazareno" de Shancayán en Huaraz, por su labor innovadora en las aulas: tiempo atrás ese profesor llevó un buen día a sus alumnos a nuestro Museo Regional y los motivó a hacer un proyecto muy sencillo de crear una aplicación web con sus impresiones. 
Dos años después, ese mismo joven docente, vuelve a ser premiado, pero esta vez a nivel nacional por ser el ganador del concurso "Maestro que deja huella". Y todos lo vimos por la TV, allí estaba él, sencillo como siempre, recibiendo de manos de la Primera Dama tan significativo premio.


Este brillante maestro huaracino se llama Juan Cadillo León. Ex alumno del Instituto Pedagógico Superior de Huaraz, se ha especializado en llevar la tecnología a su aula y comparte todas sus experiencias por youtube. 
Y el hombre ya conoce lo que es ser premiado por su labor, pues la empresa Telefónica lo ha llevado a España en dos ocasiones, en reconocimiento a su gran esfuerzo.


Huelgan comentarios...

En esta oportunidad, Juan Cadillo presentó un proyecto de cómo enseñar matemática con juegos recreativos y eso le sobró para llevarse el primer lugar del concurso "Maestro que deja huella" dejando atrás a cientos de maestros innovadores.
Todos los días, Juan Cadillo bajaba de su casa en el barrio de Belén hasta el Jr. 28 de Julio a esperar la línea "Z" para subir hasta su escuelita en Shancayán. Ya no le veré más en ese afán, pues parte del premio que ha recibido es un automóvil chilla chilla, nuevecito.
¡Que bien por Juan Cadillo! ¡Que surjan cientos como él! ¡Feliz Día Maestro!