sábado, 19 de julio de 2014

EL HABLA EN NUESTRA PATRIA CHICA


Ancash tiene en términos culturales cinco sub regiones bien definidas. En la costa aparentemente existe influencia de la cultura occidental y se habla comúnmente el castellano, no obstante muchos pobladores que migraron de la sierra aún conservan su carga lingüística y cultural. En la zona norte también sólo se habla castellano por cuanto allí se hablaba el Culle, idioma ya extinguido, más la carga cultural predominante es la andina. En el Callejón de Huaylas existen dos variantes del quechua, uno entre Recuay, Aija y Huaraz donde el habla es fuerte y el uso de la “j” es notorio (jeno, jara, jaka, etc) y otro entre Carhuaz y Huaylas donde no se pronuncia la “j” (eno, ara, aka, etc), siendo el quechua más delicado; coincidentemente, en las tres primeras provincias, no existía el latifundio y siempre sus pobladores se mostraron más liberales, pero entre Carhuaz y Huaylas sí habían grandes hacendados y eran las provincias más conservadoras.

En Conchucos, donde se generaliza el sonido “gh” que se diferencia del “q” del Callejón, también tenemos dos variantes de su quechua y de su cultura: al sur, en Huari se dice “uma” a la cabeza, mientras que al norte, en Pomabamba se le llama “pegha”; de igual modo, en Conchucos sur existía mayor liberalismo y poco latifundio, todo lo contrario que en Conchucos Norte. 
Finalmente, en la zona sur se utilizan muchos préstamos del aymara, habida cuenta que en determinada época (siglos IX y X), la región tuvo presencia Wari, y las provincias que la conforman han mantenido vigente usos y costumbres ancestrales muy diferentes a las del resto de la región como la pervivencia del uso de los quipus en las ceremonias funerales. Las particularidades idiomáticas expresan las diferencias históricas y culturales. Es por ello que tenemos una gran diversidad cultural en Ancash, que constituye su Patrimonio Cultural Inmaterial.

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