viernes, 30 de enero de 2015

YA VAN CUATRO AÑOS

Un día como hoy en el 2011 aparició la primera entrega de "UN DÍA COMO HOY EN HUARAZ" este blog que al presente llega a las 130 notas y que gracias al favor de ustedes, amables lectores, es una de las más visitadas a nivel nacional.
La idea de fomentar la identidad regional ancashina ha tenido buenos resultados pues ese es el mensaje de quienes nos siguen, nos copian y replican.


El popular Ceferino es el emblema del programa y del blog.

Ancash es una tierra ubérrima, con grandes y bellos paisajes, con una riqueza natural incomparable; pero que tiene su mayor potencial en su gente. Somos herederos de personajes históricos únicos: los creativos habitantes de Guitarrero que descubrieron la horticultura y la crianza de animales, los sabios sacerdotes de Chavín que por vez primera concibieron la idea de hacer del antiguo Perú una gran nación, de Inca Paullo el único Inca que no fue cusqueño, de Quispe Sisa o Inés Huaylas madre de Francisca Pizarro la primera mestiza del Perú, de los indomables Conchucos el único pueblo que jamás se doblegó ante los españoles, de Toribio de Luzuriaga el único militar peruano que en la independencia llevó el título de general y llamado a ser el primer presidente del Perú, de Pedro Pablo Atusparia y "Uchcu Pedro" líderes de la primera revolución campesina de nuestra historia republicana, de Santiago Antúnez de Mayolo el sabio del milenio, de Sarita Colonia la santa más querida del siglo XX, del "Jilguero" y "la Pastorita" cantantes de prestigio internacional, y de tantos otros íconos de nuestra cultura regional.



Gracias a Nalo Alvarado, nos leen en todo el mundo

Sus hechos y las repercusiones de sus actos, los hemos ido publicando en las páginas de "UN DÍA COMO HOY EN HUARAZ". El objetivo es dar a conocer a las nuevas generaciones las grandezas de Ancash y sus personajes. Es por ello que hoy agradecemos al equipo del programa que pronto retornará a los hogares huaracinos por la televisión de señal abierta.
Gracias a Miguel Guimaray Durand y a Eleazar Aquiño Espinoza, dos grandes amigos que comparten mis sueños e ideales. Sin ellos no podríamos estar con ustedes. y por su puesto, gracias a "CEFERINO", el infaltable compañero de estas andanzas culturales.


Un cariñoso abrazo en este cuarto aniversario.

José Antonio Salazar Mejía

domingo, 25 de enero de 2015

EL BARRIO DE LA BELENITA

Un día como hoy 25 de enero, en 1935, doña Rosa Clotilde Ramírez asume la mayordomía de la fiesta de la Virgen Belenita y no dejaría esta responsabilidad hasta su muerte. 
La Virgen de Belén es según Marcos Yauri una imagen muy querida por el pueblo huaracino. Cuenta la leyenda que el Niño se le escapaba de los brazos y salía a jugar a la plazuela con los niños del barrio, de donde su Santa Madre lo recogía sucio y con las sandalias manchadas de barro.


Es bellísima la imagen de la Belenita

En su homenaje, aquí unas líneas sobre su barrio.
Las primeras noticias de Belén las tenemos afines del siglo XVII, cuando llegan los misioneros de la Orden de los Betlemitas, creada en Panamá y que se ocupaba del cuidado de los indios enfermos y abandonados. Estos frailes edificaron una capilla en la parte sur del pueblo y la pusieron bajo la advocación de su patrona la Virgen de Belén. Ya en el siglo XVIII desearon edificar un hospital llamado “Señor de San José”, junto a la capilla de Belén. El 10 de marzo de 1702 Cristóbal Cabello Ramírez, vecino de Huaraz dio en venta real a los padres Fray Juan de Santa María y Fray Antonio de Jesús, religiosos betlemitas, un corral cercado de piedras para el hospital.
Es fama que para la edificación del hospital, los betlemitas obtuvieron licencia de su majestad el Rey de España, para utilizar las piedras de la “antigualla de Pumacayán... y si descubrieran algún entierro de plata, oro, perlas y otras cosas, los saquen para dicho hospital”.
El templo de Belén fue destruido, así como todo Huaraz, por el terrible sismo del 6 de enero de 1725. La reconstrucción del poblado duraría muchos años. Tenemos el plano elaborado en 1782 por el misionero Manuel Soldevilla, que en su extremo sur consigna el nuevo “convento y hospital de Belén” y se observa la futura plazuela, y las calles aledañas que con el tiempo darían origen al hoy llamado barrio de Belén. El templo de Belén concluido hacia 1789 era el más hermoso de Huaraz, con sus soberbios altares de estilo barroco y el ara hecha de plata repujada. Lamentablemente, el sismo del 70 lo destruyó completamente, matando a su párroco de entonces, el joven padre Victoriano Méndez Espinoza.
Durante la época colonial, no se conocía la denominación de barrios, ésta recién vendría a impulsarse entrada la república.
A mediados del siglo XIX, se traslada el cementerio de la ciudad, de las inmediaciones de la plaza mayor a la zona conocida como “Yucyucpampa”, a dos cuadras de la plazuela de Belén (actualmente el Parque Santa Rosa). El cementerio estuvo allí más de 50 años, hasta que fue trasladado a “Pilatarac”, donde actualmente se ubica. 

Cada 24 de enero se venera a la patrona del barrio de Belén

En 1866, luego del triunfo peruano sobre España, se suscita una fiebre patriótica que llegó a todos los pueblos. Es así que se crean los distritos urbanos de Independencia y Restauración, el primero de la plaza hacia el río Quillcay y el segundo de la plaza hacia Tacllán. Belén quedaba circunscrito en este tiempo en el distrito de Restauración. Hasta el sismo del 70, todo niño nacido en Belén llevaba la anotación que lo reconocía como habitante de ese distrito en su partida de nacimiento.
Es a fines del siglo XIX, cuando bajo la administración edil del padre Pedro García Villón, se reestructuran los cuatro barrios tradicionales de Huaraz: La Soledad, Belén, San Francisco y Huarupampa. Desde esa época surge la rivalidad entre “soledanos” y “belenistas”. La Soledad, barrio habitado por gente de pueblo, donde abundaban las clásicas chicherías, otorgó el apelativo de “alalaq” a Belén, no sólo por estar cerca al río Santa, que de su sector Challhua, enviaba fríos vientos cada tarde, sino porque no congeniaban con sus habitantes, más encopetados y tradicionalistas. Los belenistas, sin hacer caso a sus vecinos, se esmeraron en presentar la mejor plazuela de Huaraz, con una bellísima pileta ornamental y bancas de muy buena consistencia.

La casa de los Vega y de los Saravia. La pileta y sus antiguas bancas.

El Colegio “San Agustín”, donde estudió Antúnez de Mayolo, se ubicaba en una de las esquinas de la plazuela de Belén. El barrio de Belén tenía acceso a la Plaza de Armas de Huaraz por sus dos principales calles, los jirones Belén y Castilla, nombres que se adoptaron recién en 1904, pues anteriormente las calles de Huaraz tenían denominaciones esperpénticas: “del avestruz”, “del caimán”, y otras lindezas.

Al crearse el Seminario “San Francisco de Sales”, se le ubicó en el barrio de Belén. Tenía un amplio patio y un hermoso salón de actos, así como un mini estadio que tenía como rústicas tribunas las lápidas del antiguo cementerio. Al trasladarse el seminario a “Los Pinos”, pasó a ocupar sus ambientes el flamante colegio particular “San Benito”, administrado por religiosos benedictinos. Este colegio, creado el 1965, tuvo una efímera existencia, pues debió ser clausurado a raíz del sismo del 31 de mayo de 1970.

martes, 20 de enero de 2015

EN EL DIA DE HUARAZ

Un día como hoy 20 de enero, según algunos historiadores (Waldemar Espinoza a quien cita Francisco Gonzáles, Augusto Alba y Manuel Reina) se habría fundado Huaraz en el año de 1574,  por el licenciado Alonzo de Santoyo. El 20 de enero se celebra en el calendario romano a San Sebastián, por lo que bajo la advocación de ese santo se funda el Huaraz hispánico. Todo esto al margen que Huaraz ya existía desde tiempos inmemoriales, mucho antes del surgimiento de Chavín.

En Balcón de Judas se han hallado huellas de los primeros pobladores de Huaraz (3,000 a.C.)

Como homenaje a nuestra ciudad, transcribo las impresiones del viajero alemán Hiendrich Witt, quien arribó a nuestra ciudad en el lejano año de 1842. Llegó desde Carhuaz y esto es lo que señala en su diario:
Sábado 2 de julio:
A poca distancia antes de Huaraz hay un camino que dobla a la izquierda y lleva a unos baños ferruginosos y en parte sulfurosos. El alojamiento aquí es ofrecido por gente del vecindario que es muy pobre. Al ir acercándonos a la ciudad noté que tanto hombres como mujeres vestían con telas europeas. 
Domingo 3 de julio:
Huaraz, aunque es la capital, no presenta ningún interés al visitante, excepto un lindo puente de un arco, el cual en la parte sudoeste del pueblo atraviesa el río Santa. Este puente fue construido alrededor de 150 años, a expensas de un negro de quien se dice encontró tesoros en las cercanías. Al otro lado del río el camino dobla un poco hacia la derecha, llevando hasta el puerto de Casma, donde toda la mercancía destinada a Huaraz es transportada por medio de mulas.

 
El magnífico puente de calicanto soportó el aluvión del 13 de diciembre de 1941

Huaraz ocupa un estrecho espacio entre el río y las montañas bajas, detrás de las cuales la helada y nevada cordillera se eleva considerablemente. El pueblo está construido de manera regular; su ancho es alrededor de 1,500 yardas; las calles son todas angostas; salvo pocas excepciones, son planas y bien pavimentadas; las casas son generalmente pequeñas y sin altos.
Las iglesias son cuatro, es decir, la Matriz en la plaza, San Francisco, La Soledad y Belén; también hay varias capillas. Cerca del puente hay unos cuantos escalones que llevan hacia abajo a una cueva. En ella se mantiene y venera una imagen de San Gerónimo.

La Iglesia Matriz de Huaraz, 60 años después de la visita de Hiendrich Witt.

La población está entre los 11,000 y 12,000 habitantes, con anexos, 2,000 o 3,000 más. La venta anual de productos europeos no excede los $ 20,000. Esta cifra, es en parte, consumo de la gente del lugar y de Conchucos Alto y de Cajatambo. Había gran tranquilidad en las calles, sólo vi en la plaza un grupo de indios con ponchos observando una pelea de gallos.
Lunes 4:
Partí de mañana de Huaraz en viaje a la mina de cobre de Izcue y Winterfeld, en la provincia de Conchucos Alto, llamada Antamina. Fuimos por Olleros, a tres leguas de Huaraz, doblamos abruptamente a la izquierda y nos encontramos con una explanada que asciende gradualmente. Cuatro leguas más allá, pasando por el paisaje más melancólico y monótono que se pueda imaginar, llegamos al pie de la cordillera en donde había un pequeño lago alrededor del cual había ganado pastando. Allí descansamos."