viernes, 28 de septiembre de 2012

EL GRAN "UCHCU PEDRO"

Natural de Ataquero, Carhuaz, el líder militar de la revolución campesina de 1885, un día como estaba en capilla, pues fue fusilado el 29 de setiembre de ese año. ¿Cómo llegó a esto?
En marzo de 1885, cuando estaba en un retiro obligado tras la guerra con Chile, fue que se enteró de que en Huaraz, los campesinos al mando de Pedro Pablo Atusparia se habían sublevado ante los constantes abusos de los mishtis, que sin tener en cuenta la gran pobreza en que se encontraba el hombre de campo después de la guerra, le cargaban de trabajos y absurdos impuestos.

Pedro pablo Atusparia, líder indiscutible de la revolución de 1885 en Ancash

            “Uchcu Pedro” conocía al abogado cacerista Manuel Mosquera, prefecto nombrado por Atusparia, y por medio de él se integró a la revolución. El 15 de marzo estuvo presente en la toma de Carhuaz, donde demostró su gran valor y arrojo. Por su experiencia guerrillera no tardó en destacar nítidamente y se convirtió en el jefe de los temibles “destripadores”, las tropas de élite campesinas.
            Mientras que Atusparia se mostraba ecuánime y ponderado, y el Prefecto Mosquera no veía la hora de que caiga el gobierno de Iglesias para que Cáceres asuma el mando supremo; “Uchcu Pedro” concebía una guerra étnica, por lo que se mostraba bastante radical y entendía que la lucha que había emprendido el campesinado ancashino sólo tenía dos caminos: el triunfo o la derrota total.

El líder militar de la revolución fue Pedro Cochachin "Uchcu Pedro"

            Gracias a su habilidad militar, fracasaron hasta tres expediciones militares que pretendieron llegar al Callejón de Huaylas. Actualmente, en varios pasos de la Cordillera Negra se pueden observar las piedras que mandó poner “Uchcu Pedro” para vestirlas de poncho y sombrero y aparentar que eran campesinos armados, ardid que impresionaba y hacía retroceder a las tropas del ejército.

Aún se convervan en la Cordillera Negra los "Soldados de piedra".

            Cuando el Coronel Callirgos logró llegar a Yungay a fines de abril, “Uchcu Pedro” fue el encargado de dirigir el ataque para desalojar de esa ciudad al ejército. Al quedar herido Atusparia, Pedro Cochachin asume el mando de la revolución a partir del 27 de abril de 1885. Él dirigió el repliegue de las tropas campesinas hacia Huaraz y organizó la defensa de la ciudad ante el ataque del ejército el 3 de mayo.
            Cochachin trató de reconquistar la ciudad en dos oportunidades, el día 7 atacando el cuartel general del ejército, situado en las instalaciones del Colegio “De la Libertad” y el día 11, con el hecho de armas que la historia conoce como la batalla de Huarupampa, donde el empuje del ataque campesino desde la Cordillera Negra hizo retroceder a las tropas del ejército desde el Puente de Calicanto hasta la plazuela de Huarupampa. A cañonazos fueron destrozadas las partidas campesinas en ese lugar.

Atusparia y "Uchcu Pedro" son indesligables

            Derrotado, Cochachin no se rindió, y con las pocas tropas que le quedaban se dedicó a hostilizar desde la Cordillera Negra. Las numerosas expediciones para capturarlo fracasaron una tras otra. Tuvieron que valerse de la traición para detener al legendario líder.
            El elegido fue su compadre Francisco Arteaga, quien le invitó a una fiesta en Quillo. “Uchcu Pedro” acudió confiado y cayó en la trampa. Fue llevado preso a Casma y luego de ser juzgado sumariamente, se le condenó a muerte un día como hoy. Fue fusilado el 29 de setiembre de 1885 en las faldas del cerro Sechín. Su cadáver quedó expuesto y sin entierro por orden militar. Un pastor protestante que pasaba por el lugar, se apiadó de él y enterró sus restos en el mismo sitio de su fusilamiento.

lunes, 24 de septiembre de 2012

LA FIESTA DE CARHUAZ (2)

LA BAJADA

Ha llegado el  momento de la gran fiesta. El 23 de setiembre es la “Bajada”. Es el día en el que el mayordomo de la “Bajada” organiza la diana a las cinco de la mañana y luego del desayuno preparan a la imagen para la Misa y procesión de “Bajada”.

En la Misa de “Bajada” sucede algo especial. La Virgen de las Mercedes es patrona de las armas del Perú y en la plaza de Carhuaz se escenifica una batalla en donde las bombardas son los cañonazos, las “pelotas” semejan las ametralladoras y las avellanas reemplazan a los tiros de fusil.
La visibilidad en la plaza es prácticamente imposible

Terminada la Misa de “Bajada”, todos se dirigen a casa del mayordomo a servirse el almuerzo e inmediatamente después se inicia la    solemne procesión de "Bajada".

El fervor de los carhuasinos durante la procesiòn en proverbial

Al caer la tarde, la venerada imagen de la Virgen de las Mercedes de Carhuaz llega a las puertas del templo para presenciar el cambio de “guión” o estandarte al mayordomo del año entrante; éste, una vez que la imagen hace su ingreso al templo, invita a su domicilio a todos los acompañantes. Allí, los comprometerá para que funjan de “qellis” el año venidero.

Esa noche, la plaza de Carhuaz asiste al espectáculo de los juegos artificiales que ofrece el mayordomo de la Víspera. Este es un tercer mayordomo, que se ocupa exclusivamente de organizar la Misa de Vísperas, los juegos artificiales  con sus respectivos “castillos” y el agasajo a todos los concurrentes a la Plaza de Armas de Carhuaz, la noche del 23 de setiembre. Al igual que los mayordomos de la “Bajada” y del “Día Central”, el mayordomo de la “Víspera” recibe regalos de sus familiares y “quellis”.
EL DÍA CENTRAL

Prácticamente es el mismo ritual del día anterior. Carhuaz es un pueblo de costumbres, año a año reitera el mismo ritual. La diana, el desayuno y la Misa del Día Central. En esta oportunidad, es el Señor Obispo de la Diócesis de Huaraz quien celebra la Santa Misa de Fiesta.

 Luego todos los concurrentes a la Misa son invitados al gran almuerzo en casa del mayordomo del “Día Central”. Esto es para todo el pueblo. Foráneos y residentes, gente del campo y la ciudad, participan en este ágape, símbolo de la unión que la Virgen de las Mercedes, quiere para su pueblo.

Después del almuerzo, se realiza la magnífica procesión que empieza a las tres de la tarde. Todo Carhuaz se congrega en la Plaza de Armas para acompañar a la querida “Mama Meche” en su paso por las principales calles de la ciudad.

domingo, 23 de septiembre de 2012

LA GRAN FIESTA DE CARHUAZ (1)


 
 
La Virgen de las Mercedes y su bellìsimo altar de madera fina.
Carhuaz tiene una de las fiestas más espledorosas del Callejón de Huaylas.  Todo setiembre celebran a la "Mama Meche". Un recuento de esta festividad que el 23 de setiembre tiene en "La Bajada" y la "Víspera", dos de sus principales actividades.
 
Del 14 al 22 de setiembre, los “qellis” hacen llegar sus regalos y presentes a los mayordomos. Lo que constituye toda una fiesta dentro de la fiesta. Hay "qellis" para los tres mayordomos: de "La Bajada", de la "Víspera" y el "Del Día".

Los “qellis” en Carhuaz son muy generosos en sus ofrecimientos: gruesas de avellanas y “pelotas”, javas de cuyes, decenas de cajas de cerveza y hasta hermosos toros. El “quelli” que quiere expresar mayor cariño al mayordomo, o demostrar mayor status, le ofrece un toro.

  
Llevando avellanas adornadas con banderitas y "jalando" al toro para el mayordomo...

Para la entrega de los presentes, los “qellis” se hacen anunciar ante el mayordomo, recién con su visto bueno, organizan la entrega. Generalmente quienes llevan avellanas se hacen acompañar con las roncadoras; lo mismo quienes llevan cuyes o cerveza. Invitan a sus familiares y amigos y se sirven el almuerzo enviado de la casa del mayordomo. Luego del almuerzo, bailan y beben al compás de las roncadoras para luego dirigirse hacia la casa del mayordomo llevando lo ofrecido; es tradición que las avellanas las lleven adornadas con banderitas peruanas.

Quien lleva un toro de obsequio, tiene un trato especial. Pero también se hace acompañar de un gran cortejo. Contrata una banda de músicos e invita a su domicilio  a decenas de familiares y amigos. Al mediodía se inicia la reunión donde el “qelli” ofrece a sus invitados una riquísima chicha y el macerado de pomelo, bebida tradicional del pueblo carhuacino.

El riquísimo licor de pomelo, camino a su industrialización.

El “qelli” no prepara el almuerzo, éste viene de la casa del mayordomo y consiste en mondongo y “aca cashqui”. Luego se sirve cerveza en abundancia y se baila con la banda, mientras el toro es adornado con un hermoso moño y un enjalme que lleva el nombre del “qelli”.

A media tarde, el cortejo sale de la casa del “qelli” y al ritmo de un popular pasacalle lleva al toro por las calles de Carhuaz en dirección a la plaza de armas. El toro es jalado por sogas que portan los familiares jóvenes del “qelli”. En una esquina de la plaza son esperados por el “camachico” del mayordomo quien les ofrece chicha de jora en un gran “quntu”. Una vez consumida la chicha, todos se dirigen al domicilio del mayordomo a entregar el toro.

La casa del mayordomo ha sido debidamente acondicionada para recibir a la cantidad de “qellis” que lo visitan. En la puerta, hay un grueso madero en donde se amarra al toro y en cuya cerviz se rompe una botella de champán en señal de entrega oficial del obsequio. El animal va al corral luego de que se le retiran la moña y el enjalme, y el “qelli” y sus invitados pasan al patio a recibir el agasajo del mayordomo. Diez cajas de cerveza esperan al “qelli”, luego vendrán las ollas de llunca cashqui y de picante de cuye. La banda de músico ejecuta alegres huaynitos y la fiesta se pone en su punto.
 
 
Llunca y picante de cuy, amen de cajas de cerveza ofrece el mayordomo al "qelli"

Lo singular del caso es que cada tarde se entrega un promedio de seis toros, y otro tanto número de gruesas de avellanas o cajas de cerveza. Normalmente un mayordomo recibe un promedio de cincuenta toros de obsequio.

 La casa del mayordomo es un loquerío, la música de las bandas se confunde con la de las roncadoras. El “camachico” ordena soltar sendas avellanas anunciando a los primeros “qellis” que deben retirarse, pues en la calle hay otros “qellis” con sus  ofrendas, en espera de hacer su ingreso. Quienes se retiran lo hacen de muy buena gana pues retornan a la casa del “qelli” a seguir la fiesta, con su respectiva banda musical.

Del 14 al 22 de setiembre, el ritual se repite. Todo Carhuaz está de fiesta, pues quien no está con los novenantes, está acompañando a algún “qelli”. Otro aspecto a destacar es que los campesinos pobres se integran a la fiesta y son bienvenidos tanto en casa de los “qellis” como en la del mayordomo. Este rasgo de la redistribución andina singulariza la festividad de Mama Meche y se da en el contexto de la oposición carencia - abundancia. En una época de falta de lluvias, en donde el campo ya no puede ofrecer sus productos, en el triste setiembre, mes de hambre y privaciones, Carhuaz es todo lo contrario. La abundancia es la característica de la fiesta de la Virgen de las Mercedes, abundancia de comida y bebida, en honor a la Mama Meche,  madre proveedora que sustenta a su pueblo.

Y hoy, 23, en horas de la tarde sale la procesión "De Bajada".


viernes, 14 de septiembre de 2012

LA FIESTA DE LA CRUZ

Un día como hoy 14 de setiembre, según la tradición cristiana, Santa elena descubrió la verdadera Cruz en Jerusalén, cuatro siglos depués de la muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Desde entonces esta fecha ha sido de especial celebración en el mundo católico. Una vez que la religión llegó a nuestro continente, la fiesta de la Cruz es una de las más celebradas...
Ya en oportunidades anteriores hemos hecho mención a la importancia de la presencia de la Santísima Cruz en nuestra región. Cómo en febrero se las celebra en los carnavales y cómo acá en Huaraz tenemos hasta cuatro tipos diferentes de cruces. También hablamos del patrón de Huaraz, el Señor de la Soledad, que es la imagen del crucificado, con su solemne fiesta en mayo.
Pero en setiembre, es otra celebración, en los últimos años era la peregrinación a la Cruz de Rataquenua que institucionalizó a fines del siglo pasado Monseñor José Ramón Gurruchaga, penúltimo Obispo de Huaraz.


La Cruz de Rataquenua fue construida en la década del 50 y hasta antes del sismo, estaba iluminada

En el siglo XIX, esta celebración era de mucha devoción y se realizaba en todos los domicilios pues no había familia huaracina que no tuviera en miniatura un Señor Crucificado.
Reunida la familia, se realizaba el "rezo de la santísima Cruz". En una fuente se colocaban 50 granos de maíz y en otra 20 choloques. El jefe de familia iniciaba el rezo  cona la siguiete frase: "Acuérdate Señor de no permitir que tus fieles vayan al infierno, pues el día de la Santísima Cruz dijimos mil veces: ¡JESÚS!" Y todos en la familia recitaban: "¡Jesús!, ¡Jesús!, ¡Jesús!..." contando un grano de maíz por cada "Jesús" pronunciado.
Acabada la cuenta de 50 maíces, un choloque era depositado en la fuente y nuevamente se repetía la letanía. Así se continuaba hasta culminar con los 20 choloques, señal que se había pronunciado mil veces el nombre-sobre-todo-nombre.


Réplicas del Señor de la Soledad se veneran en las familias huaracinas. son imágenes vestidas, pues hay que abrigar al Señor.

Claro que otras familias celebraban a la Santísima Cruz con gran boato. Mandaban celebrar Misa en las parroquias y con una orquesta iniciaban la procesión, el almuerzo y la fiesta, previa velación de la imagen, por supuesto.

sábado, 8 de septiembre de 2012

LA BATALLA DE HUAYLAS

Los historiadores son muy mezquinos con Ancash al narrar la historia del Perú. Nadie hace mención a que la primera derrota que sufrieron las huestes Españolas en suelo peruano, se dio precisamente en nuestra tierra. Nadie habla de la batalla de Huaylas, hecho histórico acontecido un 9 de setiembre de 1533, a escasos días del asesinato del Inca Atahuallpa.
Muerto el Inca, Pizarro decide marchar hacia el Cusco y tomó el camino inca de Ia sierra. A inicios de setiembre se detuvo en Huaylas, lugar de origen de su esposa, Quispe Sisa, a quien acababa de bautizar como lnés Huaylas Ñusta. Allí se dice que el padre Valverde celebró la primera misa en estos pueblos.

Retrato alegórico de Francisco Pizarro

Pizarro partió el día como hoy 8 de setiembre con el grueso de sus huestes, pasando por la llacta  de Huaraz el día 11. Su premura tenía una razón, había sido informado por sus   espías que el General Quisquis se acercaba al frente de un gran ejército.
Quisquis, el gran genio militar, vencedor del Inca Huáscar; atacó a la retaguardia española en las praderas de Hatun Huaylas el amanecer del día 9. La  carga fue tan certera que en el campo de batalla quedaron los cuerpos de siete  españoles y cientos de indios aliados. Quisquis tenía bajo su mando a los aguerridos Conchucos, ellos capturaron a trece españoles más.

Alegoría de Quisquis, el indomable general Inca, vencedor en la batalla de Huaylas

Pizarro, al enterarse de esta derrota, se apresuró en dejar suelo ancashino y siguió camino a marchas forzadas hasta llegar a Hatun Jauja, donde le esperaban fuerzas aliadas. Solo allí se sintió seguro.
Tomando en consideración que fueron algo de 180 los españoles que capturaron al Inca Atahuallpa, perder en un solo día a más del diez por ciento de sus tropas, le habría dolido íntimamente al jefe de los españoles. 
Una anécdota que narra don Ricardo Palma, nos habla de la nobleza del general Quisquis. El bravo guerrero andaba en busca de los que votaron a favor de la muerte del Inca Atahualpa, encontró solo a uno entre los trece españoles capturados. Sin mayor trámite le aplicó garrote, la misma pena que recibió el Inca. A los demás los liberó luego de escarmentarlos... si eres superticioso, caro lector, dime si el número trece no es de mala suerte. 


Actual campiña de Huaylas, donde se produjo la histórica batalla