Cada 10 de mayo, Huaraz se viste de gala por la gran fiesta de la Octava del Señor de Mayo. Esta singular celebración tiene un origen muy antiguo y sus reminiscencias nos transportan a los orígenes de nuestra cultura.
Huaraz es un pueblo de profundas raíces andinas y uno de los principios básicos de ésta es la dualidad. Y en esta fiesta, tenemos dos imágenes y dos fiestas.
Dos imágenes: el Señor de la Soledad que hierático se encuentra en su urna, sobre el altar mayor del templo, y su doble o su paso, el Señor de Mayo, que es quien recibe toda la veneración y el cariño de Huaraz en su anda, que sale en procesión el 1º y 2, el 3, el 10 y el 12 de mayo.
El Señor de la Soledad y el Señor de Mayo, expresión latente de la dualidad andina
Dos fiestas: la citadina, la primera, la que no tiene mayor esplendor que la gran procesión del 1º de mayo que recorre prácticamente toda la ciudad, pues baja hasta el templo del Centenario donde pernocta y retorna a su templo por las principales calles el día 2 para asistir a la víspera de la fiesta. Esta primera fiesta culmina el 3 de mayo, día de la Santa Cruz; día central, con su procesión por las calles más características del barrio.
Entre el 1 y el 2 de mayo, el Señor de Mayo peregrina por todo Huaraz
La segunda fiesta es la de la Octava. Fiesta grande, fiesta campesina, en donde salen a bailar los danzantes de las estancias y caseríos. Así tenemos a los "Shacshas", los "Wankillas", "Antiwankillas" y "Atahualpas", que durante cinco días alborotan Huaraz con su estruendosa presencia: el 8 de mayo es el "rompecalle" o "rompe" a secas, cuando van a saludar al Señor a su templo en horas de la tarde. El 9 de mayo mes la "víspera de la Octava", con gran concentración del pueblo en la plazuela de La Soledad para espectar los fuegos artificiales. El día 10 es "El Día Central de la Octava", cuando luego de la Santa Misa sale la procesión acompañada por todos los grupos de danzantes, que para esa fecha lucen vestimenta nueva. El 11 de mayo es el "Finado", señal de que la fiesta llega a su fin, día en que últimamente se realiza el Festival de Danzas. Finalmente, el 12 de mayo es "La Colocación", luego de la Santa Misa, sale por última vez la procesión del Señor y a continuación la imagen del Señor es retirada de la Cruz para ser depositada en el urna donde quedará todo el año expuesta a la veneración del pueblo bajo la figura del "Señor del Santo Sepulcro", otra expresión más de nuestra dualidad.
La danza de los Shacshas ha sido declarada PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN
Fiesta del Señor de Mayo, fiesta única, fiesta trascendental, en la que los danzantes se convierten en una suerte de portadores de los anhelos y súplicas del poblador huaracino hacia su venerado Señor de la Soledad, patrón jurado de Huaraz.
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