domingo, 14 de agosto de 2011

PAULLO INCA, EL INCA HUARACINO

 
Retrato de Paullo Inca que se conserva en el Cusco.

En nuestra historia regional tenemos datos y sucesos de enorme importancia, datos que a vecesno los sabemos apreciar y que aquilatándolos, constituirían un motivo de afirmación de nuestra identidad.
Alguna vez, en una conferencia sobre historia de Ancash, se me ocurrió preguntar al auditorio si alguno de los presentes sabía el nobre del único inca que no nació en el Cusco. Muchos alzaron la mano y respondieron que sí sabían que Atahuallpa nació en Quito. Pero la realidad es que la mayoría de los cronistas afirman que Atahuallpa fue cusqueño. Entonces seguía en pie la pregunta y nadie dio con la respuesta.
Tuve que hacer un alto en la disertación para explicar que sí, efectivamente hubo un inca no cusqueño, que ese inca fue huaracino y su nombre es Inca Paullo. ¿Usted, amable lector, conocía este curioso dato?
Para conocer sobre su existencia remontémonos a la época de la llegada de los incas al Callejón de Huaylas, a mediados del siglo XV. Los incas llegaron en plan de conquista al mando de Túpac Yupanqui, el hijo del todopoderoso Inca Pachacútec y se enfrentaron en cruentas batallas a los Huaras, Huaylas y Conchucos. Una vez vencidos nuestros antepasados, iniciaron la lucha de resistencia, lo que conllevó a persuadir a los incas vencedores a iniciar una política de "lazos de sangre" para pacificar la zona.
Es por eso que el hijo de Túpac Yupanqui, el Inca Huayna Cápac se desposó con la hija del Curaca Pomapacha, líder de la etnia de Lurin Huaylas.
Paullo Inca, nació en la llacta de Huaraz probablemente en 1513. Hijo del Inca Huayna Cápac y la Curaca de Lurin Huaylas Anas Colque  (La de astucia refulgente), según la costumbre de la época, como todo hijo varón del Inca, muy niño fue llevado con su madre al Cusco para ser educado a la usanza incaica, con la idea de luego ser devuelto a su tierra y gobernar con espíritu cusqueño.

Huayna Cápac, el padre de Paullo Inca.

Paullo se mantuvo a la sombra durante toda su juventud, formándose como guerrero y aprendiendo a gobernar. Las circunstancias a partir de la muerte de su padre, el sapa Inca, harían que la vida del joven Paullo cambiara radicalmente.
Paullo fue testigo de la actitud de su medio hermano Huáscar de vejar el  Koricancha y hacer violar a las acllas encargadas del cuidado del templo. Posteriormente se alió a él durante la guerra por la sucesión a la muerte de Huayna Cápac. A la derrota de Huáscar fue preso por orden de Atahuallpa y llevado a Cajamarca. Allí pasó a ser prisionero de los españoles. En esos tiempos contaba con menos de veinte años.
Paullo viajó al Cusco acompañando a los españoles. Su papel en esos tiempos es cuestionada por no rebelarse contra los españoles ni apoyar posteriormente la revuelta de Manco Inca. Pero si se analiza con más profundidad, la actitud de los huaylinos fue neutral al inicio de la conquista, por los vínculos de sangre que se habían establecido con el matrimonio de su media hermana Quispe Sisa y el jefe de los españoles.
Quispe Sisa, tomó el nombre de Inés Huaylas Ñusta y le dio los dos únicos hijos que tuvo Francisco Pizarro. Fue madre de Francisca Pizarro, quien en su tiempo llegó a ser la peruana más acaudalada, gracias a la herencia que recibió de su padre el marquéz.
Paullo entró luego en las luchas por la sucesión imperial, y cuando surgen los problemas entre los españoles, se ubica al lado de Diego de Almagro. Almagro que llegó al Perú semanas después de la captura de Atahuallpa, no tuvo ninguna participación en el fabuloso rescate de Cajamarca. Por ello se desesperó en ir a conquistar nuevos territorios al sur del Cusco. Paullo lo acompañó al frente de las tropas aliadas y sus hombres vencieron a los Araucanos en más de una ocasión, pero no hallaron los deseados tesoros.
Este es otro dato curioso. Es falso que nunca hayamos derrotado a los chilenos. Se les derrotó y bien, con tropas al mando de un huaracino, Paullo Inca, que demostró tener una gran habilidad y estrategia para la guerra.
Ante el fracaso de la expedición, regresan al Cusco en 1537 durante el sitio que había impuesto a la ciudad el rebelde Manco Inca.
La ambición de Paullo se ceñirse la mascapaicha se hizo realidad cuando Diego de Almagro le entrega la señal de mando en el Cusco el 16 julio de 1537. Paullo pretendía legitimizar su corona, por ello entró en batalla contra su otro medio hermano Manco. Al frente de un gran ejército derrotó a las tropas de Manco Inca en Cochabamba (Bolivia), obligándolo a refugiarse en la selva de Vilcabamba.

Manco Inca, medio hermano y rival de Paullo Inca.

Paullo, como la totalidad de los naturales de aquel entonces, mantenía la idea ancestral incaica de enfrascarse en sangrientas batallas por la sucesión imperial. Jamás calculó que Manco representaba la alternativa para derrotar a los españoles, quienes constituían el enemigo principal. Otra hubiera sido la historia del Perú si los dos grandes líderes unificaban criterios y dirigían sus armas contra el invasor.
Refugiado Manco Inca en Vilcabamba, Paullo Inca no pudo legitimar totalmente su mandato. Se afincó en el Cusco y logró agrupar tras sí a la nobleza cusqueña para exigir y lograr se respeten sus derechos.
Mucho se ha escrito de la habilidad política de Paullo Inca que logró sobrevivir a las viscicitudes de su tiempo. Todas las autoridades que llegaron al Cusco lo supieron respetar y honrar, tanto los pacificadores como los virreyes.
Sobre su muerte no se cuenta con datos precisos, pero se supone ocurrió hacia la década del 1580.
Paullo Inca dio nuevamente que hablar en el 2007, año en que unos arqueólogos cusqueños hallaron su tumba en el altar mayor de la Iglesia de San Sebastián del Cusco.
La tumba de Paullo Inca respetaba el criterio inca de enterrar a la autoridad junto a su esposa principal y dos sirvientes, más un perro que lo había de guiar al Hanan Patsa, el paraíso de sus antepasados.

La tumba de Paullo Inca

Si se han encontrado sus restos, preguntamos desde "Visión Informativa", ¿no sería necesario exigir se rapatrien sus restos a su tierra natal? Los huaracinos tenemos el derecho de venerar a nuestro Inca, al gran Paullo; el único inca no cusqueño, el inca huaracino.

2 comentarios:

  1. Gracias Mag. José Antonio x este axte imxtante.
    Visite el blog: http://godofredozegarraangeles.blogspot.com/
    Pilar Z.

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  2. Está sepultado en la iglesia San cristobal, en la parte superior derecha de la catedral, pero los cuzqueños no lo quieren, no lo consideran como Inca.Que lamentable.

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