Un homenaje póstumo a Efraín Rosales Alvarado, en el día de su entierro; y a Alejandro Collas Páucar, en el XIV aniversario de su partida.
Mañana 22 de agosto se conmemora una festividad que en los últimos años ha adquirido gran relevancia, se trata del Día Internacional del Folklore. La palabra folklore es un vocablo compuesto inventado por el estudioso inglés William Jhon Thoms y dado públicamente el 22 de Agosto de 1846 en el Ateneo de Londres. Folk se refiere al pueblo y lore a la sabiduría. Así, folklore sería la sabiduría de los pueblos.
William John Toms
Para los ingleses, que consideraban que sólo los europeos eran cultos, los demás pueblos del mundo eran incapaces de tener cultura. Así que “folklore” eran las expresiones de los pueblos bárbaros. Esto fue lo que sucedió en el siglo XIX. En el siglo XX se desarrollan las ciencias sociales, surge la antropología, la etnología, la sociología, la arqueología, etc. Entonces el folklore, pasa a ser el estudio y objeto de estudio.
Efraín Morote Best, Paulo de Carvalho Neto y Augusto Raúl Cortazar, coinciden en que "El Folklore es la ciencia antropológica cultural, que estudia la Tradición Anónima, funcional-social de los pueblos”. En el Perú, el estudio del folklore como ciencia, es nuestra gran Cultura Andina y las culturas amazónicas, en sus diversas expresiones, manifestaciones y variedades.
Entonces, en esta fecha debemos celebrar a la Cultura Andina, que es el legado de nuestros ancestros. Es nuestra historia que viene desde Guitarrero (10,000 a.C.), pasa por los Chavín (1,000 a.C.), los Recuay 400 d.C.), los Huaylas y Conchucos (1,000 d.C.) y llega a nuestros días a través de la colonia y la república. Es nuestro quechua originario. Es nuestra gastronomía, nuestras danzas y música autóctona, nuestras vestimentas típicas, y especialmente todo ese mundo de mitos, ideas y conceptos que conforman nuestra cosmovisión.
Antúnez de Mayolo
En nuestra tierra tenemos los más hermosos mitos del ande peruano. Aquí, Santiago Antúnez de Mayolo encontró en 1915 el más grandioso mito que se refiere a la creación del mundo en versión de nuestros antepasados, los primeros ancashinos. Es el Mito de los Huaris y en esta trascendental fecha lo transcribimos íntegramente para ustedes, amables lectores.
EL MITO DE LOS HUARIS
Al principio solo existía el humo y la oscuridad era total, indigna; y del humo surgió el Mundo de Arriba, con sus celestiales moradores: el Taita Inti, con su gran cabellera dorada; la Mama Quilla, su esposa, la de la sonrisa de plata; y sus hijas, las Koyllur, alegres en su resplandor. También estaban, entre otros, el terrible Illapa, el que refulge y brama; el colérico Shukukí, el viento fuerte; la jocosa Tamya; y el altivo Turmanyé, siempre orgulloso de sus magníficos colores.
Del humo brotó luego el Mundo del Medio. ¿Quiénes moraban en él? Las grandes Cochas que serían las primeras pakarinas de los hombres; los altos Orkos o Jirkas donde irían a morar los Auquis; los Rajus con su albina vestimenta de donde incontenible brota el Yaku, fuente primordial de la vida. Todo nació del humo. ¿Sería suficiente? Faltaba más vida indudablemente.
Por último, del humo surgió el Mundo de Adentro con sus increíbles habitantes. El Yacu hirviente que todo lo consume; Los Kurus que destruyen cuanto tocan; la Sachamama, la gran serpiente de las dos cabezas, con sus hijos los amarus; los pequeños Ichik Ollko, con sus mágicos tambores, quienes con el correr del tiempo conseguirían permiso para aparecer de cuando en cuando en el Mundo del Medio. Finalmente, brotó una raza de gigantes descomunales, eran los Huaris; de piel totalmente roja y descomunales colmillos.
Hubo una época en que surgió una gran pelea entre el Mundo de Arriba y el Mundo del Medio. Sería un primer Patsa Kuti, cuando se pierde la armonía y todo se descontrola. En consecuencia, vino un gran terremoto, la gran cadena granítica de los Andes se partió en dos con gran estruendo y conmoción, formándose el sagrado valle del hoy Callejón de Huaylas. Cuando volvió la calma, por las grietas que se formaron en los Jirkas, los Huaris curiosos y admirados, subieron al Mundo del Medio y se encantaron al conocer una comarca tan bella, flanqueada por dos altísimas cordilleras. Tan contentos estaban los Huaris, que decidieron quedarse a morar en este mágico lugar.
Representación gloriosa de uno de los Huaris
Al tiempo, del Mundo de Arriba cayó la Tamya como jamás se había visto; llovía inconteniblemente día y noche. Tanto llovió, que el valle sagrado donde vivían los Huaris se inundó completamente. Hubieron huaycos y aluviones, fue un verdadero diluvio. Ante este nuevo Patsa Kuti, los gigantescos Huaris, para salvar su vida, emigraron muy temerosos y con premura al oriente, a poblar las zonas trasandinas de Chavín, Marañón y Huacrachuco. No tomaron en cuenta que abandonaban la zona protegida por las mágicas Cordilleras Blanca y Negra.
Cuando los Huaris abandonaron el valle sagrado de Huaylas, el lugar de su aparición en el Kay Patsa, degeneraron terriblemente. Espantados vieron como algunos se convirtieron en plantas, otros aullando de impotencia viéronse transformados en animales y al fin, cuando sólo quedaba un grupo de ellos, fueron convertidos en hombres de carne y hueso. Estos Nunas, estaban desnudos y sintieron frío. Comprendiendo su situación, humildemente, los hombres se aprestaron a poblar el Kay Patsa, la tierra o Patsa Mama; en sana armonía con los seres que les rodeaban, plantas y animales; pues recordaban que todos eran hermanos, frutos de un tronco común, descendientes de los fabulosos Huaris.
Los Huaris poblaron la Patsa Mama de animales, plantas y hombres
Interpretación del mito de los Huaris
Los mitos cuentan bellamente la historia de los pueblos. Cuando se habla del humo, entendemos que se habla del caos. En el Ande, existe la dualidad caos / armonía. El papel de los dioses es restablecer la armonía cuando llega el tiempo del caos, es por ello que se dice que los dioses andinos han sido dioses ordenadores; recién en tiempo de los Incas, al evolucionar la religión andina, se habló de dioses creadores.
Los Patsa Kuti son los tiempos en que reina el caos. Vemos como el primer Patsa Kuti fue de terremotos y el segundo, de aluviones; dos constantes en la historia del pueblo ancashino.
El Callejón de Huaylas, es tomado como lugar sagrado por estar resguardado por la más grande expresión de la dualidad andina, las Cordilleras Blanca y Negra. Mientras los Huaris moran en él, no les pasa nada, una vez que lo abandonan, la tragedia se abate sobre ellos.
La transformación de los Huaris en todo tipo de seres vivientes, incluidos los seres humanos; es para los hombres, una clara señal de que no debemos sentirnos superiores a nadie. De aquí parte la concepción holística del hombre andino y la conciencia de que todos los seres vivos son sus hermanos.
Este bellísimo mito, debemos de difundirlo por doquier. Todo buen ancashino debe de enseñarlo a sus hijos. Cada niño ancashino debe sentirse orgulloso de conocer un mito tan propio, tan nuestro. ¡Viva nuestra gran cultura andina!
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