viernes, 28 de febrero de 2014

¿ANCASH O HUAYLAS?

Un día como hoy, 28 de febrero de 1939, con motivo del Centenario del cambio de nombre de nuestro departamento que era HUAYLAS, por la infeliz ocurrencia del general Agustín Gamarra, se inicia un sólido movimiento cultural destinado a restaurar el nombre de Huaylas.


Este señor es el culpable del entuerto...

Repasemos en breve los hechos:
A la caída de la gran cultura Chavín, en nuestra región surge una nación a la que los arqueólogos han llamado Recuay o más propiamente Huaylas. Esta nación se extendió por la zona de las Vertientes, todo el Callejón de Huaylas y todo Conchucos. Luego de una breve influencia Wari de 300 años, esta nación se subdivide en dos: Huaylas y Conchucos.


La gran deidad que se observa en la mancha oscura de la luna

Así la encontraron los Incas en el siglo XV y así poco después la encontraron los españoles en 1533.
En la colonia la región se llamó primero Corregimiento de Huaylas y luego de la derrota de Túpac Amaru en 1781, pasó a ser la Intendencia de Huaylas.
Con la Independencia, según el Reglamento Provisorio emitido por don José de San Martín, el 12 de febrero de 1821 se crea el Departamento de Huaylas. Esta es la fecha original de creación de nuestro departamento.


El libertador creó nuestro departamento con el nombre de Huaylas

Los avatares de la política hacen que desaparezca Huaylas en 1823, vuelva a aparecer en 1835 y cambie de nombre en 1839.
El tema es conocido: Se había creado la Confederación Perú-Boliviana y había mucho desacuerdo en su conducción. Andrés de Santa Cruz (boliviano), se hizo de la presidencia y expulsó del país a sus opositores, Agustín Gamarra y Ramón Castilla. Chile los recibió, los armó y los devolvió a combatir a Santa Cruz. Ambos lo derrotaron en la Batalla de Yungay el 20 de enero de 1839, un mes después, Gamarra, nuevo presidente cambia el nombre de Huaylas por Ancash para perpetuar su pírrica victoria.
A propósito, al pie del cerro Pan de Azucar, en Yungay, pasa el riachuelo Ancash que en sus orillas tiene unas flores azules llamadas "Anqash" en el quechua regional; (Ancash tiene dos significados: liviano y azul). Como dato anecdótico señalamos que durante muchos años se escribió mal el nombre de Ancash, los limeños escribían "Ancachs" pues no pueden pronunciar el sonido "sh", ellos dicen "ch". Y como Ancachs está en la ley y en este texto famoso:



Desde entonces somos ancashinos, pero nadie estuvo de acuerdo con esa imposición. Por ello hoy recordamos que en 1939, cien años después se levantaron muchas voces de protesta pero como se vivía por entonces bajo la dictadura militar de otro general Oscar Benavides, no se pudo restaurar el antiguo nombre de Huaylas a nuestro departamento.
Nuestros artistas llevaron entonces la voz cantante de la protesta. Mi hermano, lucho Salazar ha ubicado un cancionero que se editaba semanalmente en Lima en esa época y que se llamaba "La Lira Limeña". En su Nº 438 se publica un huayno cuya letra y música pertenecen a Medardo Caballero G. miembro del conjunto musical "Huaylas" que a la letra dice:

"Departamento de Huaylas
es el nombre primitivo,
por eso todos los huaylinos
pedimos que se restituya.

Ancash para los ancashinos
Huaylas para los huaylinos,
nuestro congreso que contemple
nuestro gobierno cumplirá".

Casi 70 años después, se alza una nueva generación de intelectuales que proponen la restitución del nombre de Huaylas para nuestra región. El año pasado se han realizado sendos eventos culturales en Caraz y en Yungay, en donde se ha planteado la alternativa. El malogrado historiador regional, Luciano Nolasco fue uno de los impulsores de esta corriente. La Sociedad Patriótica Sánchez Carrión-Luzuriaga y Mejía ha asumido el reto.



Ahora se viene preparando un evento en Lima para definir este tema. ¿Ancash o Huaylas debe ser nuestro nombre?
¿Tú qué opinas, bloguero lector?

lunes, 17 de febrero de 2014

¿EL FIERO VÁSQUEZ O LUIS PARDO?

Un día como hoy, 17 de febrero, en el año de 1967 fallece el gran escritor Ciro Alegría. En su legado literario nos dejó grandes obras, la más famosa entre ellas, su laureada novela "El mundo es ancho y ajeno" publicada en 1941 y considerada la primera novela peruana de valor universal.


Primera edición de esta monumental obra

El trama de la obra versa sobre un tema recurrente en el Ande peruano: el despojo de las tierras comunales por parte de los hacendados. La novela narra los problemas de la comunidad andina de Rumi, liderada por su alcalde Rosendo Maqui, quien enfrenta la codicia del hacendado don Álvaro Amenábar y Roldán, el cual finalmente les arrebata sus tierras. «Váyanse a otra parte, el mundo es ancho», dicen los despojadores a los comuneros. 
Alegría, liberteño de nacimiento comentó alguna vez que para crear a uno de los personajes de mayor relevancia en su obra, "el fiero Vásquez" se había inspirado en el mítico justiciero ancashino Luis Pardo.


Como se ve en la fotografía, Luis Pardo también fue el personaje de la primera película peruana filmada en 1927 y que lleva su nombre.

En la novela, "El fiero Vásquez" se dedica a asaltar a los viajeros, pero en determinado momento se convierte en una especie de vengador que abraza la causa de la comunidad de Rumi y combate con gran eficacia contra la gente de Amenábar. A su banda se incorporan muchos comuneros que, como él, pretenden defender los intereses de Rumi, vengándose de los culpables del primer despojo. Será apresado y confinado en la prisión pero logrará huir mediante una fuga espectacular.
¿Podemos negar que existe una gran similitud entre el personaje creado por Ciro Alegría y nuestro emblemático luchador social chiquiano?


Como político, supo escoger muy bien a sus personajes

Ciro Alegría tuvo la visión de abordar al personaje desde su verdadera motivación personal y ese es su gran mérito. En tiempos que a Luis Pardo le endilgaban el apelativo de "bandolero", "gran bandido", "cuatrero" o "salteador de caminos", Alegría lo recrea como personaje de su ópera prima rescatando su verdadera esencia: la de un luchador por la justicia social, organizador de los campesinos y valiente vengador andino.

domingo, 9 de febrero de 2014

¡LLEGÓ LA LUZ A HUARAZ!

Un día como hoy, 9 de febrero de 1924 la luz eléctrica llega a nuestra ciudad. La Sociedad Eléctrica de Huaraz fue la empresa encargada de ofrecer el servicio de alumbrado público y particular y se instaló en el paraje de Batán, hoy campo de la AMOSA, y tenía una central de 100 kW con dos generadores de corriente continua a 220 voltios. En el Padrón de Fuerza Hidráulica del Ministerio de Fomento editado en 1950 se consigna que las aguas para dicha central provenían del río Cushuruyoc, dato que nos parece erróneo pues Cushuruyoc o Los Pinos actualmente, no tiene ningún río y por Batán pasaba el canal Tajamar.
Lo cierto y real era que la luz era por demás oscilante ya que el servicio fue pobre e irregular; pero Huaraz se enorgullecía de vivir a tono con la modernidad.

Hasta 1970 la luz era deficiente en los hogares, los alumnos estudiaban bajo los postes de luz para sus exámenes.

Caraz tuvo energía eléctrica en 1926 y Carhuaz en 1929. Yungay era la excepción, pues contaba con este servicio desde 1915 gracias a las gestiones de sus representantes que lograron la Ley 2199 asignando "una partida especial para contribuir con la implementación del alumbrado eléctrico de esta ciudad".
A Nivel de nuestra región, Ancash fue pionera en contar con el servicio eléctrico por cuanto tuvimos luz antes que la propia Lima. En 1884, mientras que en la capital hacían gestiones para ello, un ingeniero suizo de nombre Arthur Wherterman, hombre de ciencia y muy aficionado a las innovaciones tecnológicas de la época, instaló en el asiento minero de Tarica la primera planta eléctrica del Perú. Ojo, Tarica se halla en el distrito de Cusca de la provincia de Corongo y algunos la confunden con Taricá, el pueblo de ceramistas que pertenece a Huaraz.
La mina de plata de Tarica se hallaba a 4,485 m.s.n.m. En 1873 fue visitada por Antonio Raimondi y años después allí se empleó el primer automóvil que llegara al Perú, pero eso será motivo de otro enlace.

Camioneta rumbo a Tarica, al fondo el nevado Champará