Un día como hoy, 25 de junio de 1815, hace exactamente 200 años, el sacerdote recuaino don Mariano Robles lanza una proclama libertaria contra el yugo español en Huaraz y encabeza una asonada que tuvo un final sangriento.
don Mariano Robles en pintura de la época
Don Mariano Robles era un presbítero de armas tomar, envalentonado por las circunstancias que vivía el Perú: la rebelión de los indios de Huánuco y Conchucos en 1812, y la labor precursora del cura de Aquia don Manuel González, quien en 1814 fue denunciado ante el Arzobispado de Lima por ser "promotor del sistema de la patria". Sumaba a esto, el expectante panorama que se vivía en la metrópoli, con la disolución de las liberales Cortes de Cádiz y la restauración de las antiguas corporaciones oligárquicas.
Con la idea de impedir el fortalecimiento del yugo español, don Mariano Robles organizó una algazara en Huaraz.
El 25 de junio de 1815 se atacó la guarnición militar que se ubicaba al costado de la iglesia de San Sebastián. No se sabe si hubo alguna delación, lo cierto es que los soldados españoles estaban prevenidos y rechazaron el ataque dejando dos muertos y medio docena de heridos. El cura Robles pudo escapar y vivió a salta de mata para evitar su muerte.
De él se sabe que en 1818 estaba escondido en Conchucos donde seguía agitando a favor de la causa libertaria. José María del Piélago, remitió al Virrey Jaúregui un anónimo que recibió en Chacas firmado por "el pueblo", donde le acusaban de ser un "vende Cristo como Judas" por perseguir a los clérigos Corina, López y entregar a los soldados al presbítero Robles.
Jaúregui escribió: "los pueblos de Conchucos son peores que los de Huaylas, llenos de insurgentes".
No sabemos de la suerte que corrió este noble sacerdote, el primero que lanzó el grito libertario en nuestra tierra. Loor a quien un día como hoy nos diera la gloria de tener este gran antecedente en nuestra historia regional.
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