Plaza de Armas de Corongo y templo de San Pedro
Un día como hoy en el 2008, a iniciativa del Ing. Jorge Trevejo Méndez, se presenta a consideración del INC la danza Pallas de Corongo para ser declarada Patrimonio Cultural de la Nación, nominación que alcanzó el noviembre de dicho año, siendo la primera danza ancashina que alcanzó ese estatus.
Las Pallas de Corongo
Analizando a profundidad, las Pallas y la fiesta de San Pedro de Corongo no son más que parte de un corpus festivo y un calendario ritual agrícola que se mantiene en Corongo y gira alrededor del Juez de Aguas.
San Pedrito, imagen dual.
En Corongo, Ancash, se mantiene vigente un modelo ancestral de gestión de
agua y una integración armoniosa con el calendario festivo y religioso comunal,
que se encarna en el Juez de Aguas, cargo honorífico que concentra un poder
real.
Esta autoridad que ofrece sus servicios de manera voluntaria, ejerce su
labor durante todo el año y tiene básicamente dos funciones, la de distribuir
el agua de regadío en su sector agrícola y de presidir y sostener todas las
celebraciones festivas y religiosas del distrito. La autoridad del Juez de
Aguas en Corongo, es mayor que la de cualquier autoridad política.
El Juez de Aguas, vara en mano, delante de San Pedro
Como todo pueblo de origen andino, el distrito de Corongo está dividido en
dos parcialidades, conocidas como Parte Arriba y Parte Abajo. En Corongo se
ofrecen voluntariamente dos personas para el cargo. La dualidad se expresa en
muchas formas, siendo la principal seis meses de festejos y otros seis de
intensa labor agrícola, todo bajo el amparo de los Jueces de Agua de Corongo. San Pedro, el patrón, también tiene dos imágenes, es dual: el serio y "el borrachito".
Ser Juez de Aguas en Corongo supone elevar su estatus ante la comunidad.
Cualquiera no puede aspirar a ser Juez de Aguas. Tiene que ser una persona
casada y con una amplia familia espiritual, pues deberá elegir a sus “Campos”
quienes le ayudarán en el control de la
distribución del agua.
Terrenos de Parte Arriba en Corongo
La vigencia de esta manifestación cultural, única en el norte del país,
evidencia que en el colectivo popular coronguino subyacen ancestrales criterios
de justicia y equidad en la distribución del agua y que este elemento vital ha
sido y sigue siendo el eje que integra los aspectos sociales, culturales,
religiosos de la comunidad.
A través de esta
manifestación cultural se puede identificar al agua como el elemento vital en
torno al cual se desarrollan todas las actividades, culturales, religiosas,
agrícolas y sociales.
Felicitaciones José Antonio:
ResponderEliminarHermoso artículo e interesante sugerencia. Que importante sería tener jueces de agua en el país.
Roberto Rosario